Los mensajes violentos en el intento por desalojar a participantes del Proyecto Artigas del campo Casa Nueva en Santa Elena

El extitular de la Sociedad Rural llamó a los patrones de campos y estancias a movilizarse contra los campesinos sin tierra e integrantes de organizaciones ambientales que participan del Proyecto Artigas e implementaron un modelo agrario sostenible con el apoyo de su hermana, Dolores Etchevehere. Los mensajes previos a la movilización dan cuenta del tenor de la misma.
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Con la convocatoria de camionetas, jinetes, tractores y un discurso de violencia, Sebastián, Juan Diego y Luis Miguel Etchevehere junto con integrantes de las corporaciones agropecuarias se concentraron en el ingreso de la estancia Casa Nueva para ordenar el desalojo de «intrusos», bajo el argumento de un avance contra la propiedad privada. Dentro del grupo que ocupa el predio se encuentra su hermana Dolores Etchevehere y el resto de los integrantes del Proyecto Artigas.
Desde allí, Luis Miguel Etchevehere, con la narrativa de «somos gente pacífica que nos estamos manifestando al costado de la ruta» y autodenominándose » republicano y respetuoso de la ley y la justicia», ejerció presión para la resolución judicial del pedido de desalojo por delito de usurpación en una propiedad privada al juez de garantías de la Paz, Raúl Flores, a quien el fiscal Oscar Sobko le solicitó la restitución del inmueble a «quienes hasta este momento ostentaban la posesión del bien».
La marcha fue convocada por los tres hermanos Etchevehere; públicamente (Luis Miguel convocó a través de su cuenta de Twitter) y también de forma privada en grupos rurales de Whatsapp. De esos grupos se filtraron audios que evidenciaron un grado de ensañamiento y violencia para con los ocupantes del predio.
«Cien, doscientas o trescientas camionetas las juntamos en cinco minutos”, dijo dirigiéndose a Juan Diego para luego calificar de “piojosos, sarnosos y punteros políticos” a quienes están en ese campo y prometió: “Yo llevo absolutamente a todo el personal de mi campo y perdé cuidado que más de uno se sale de la vaina por ir armado” fueron las palabras de Sergio Winitzky, miembro de una familia que participó en el remate de los inmuebles del frigorífico regional Santa Elena y adquirió el club de golf, uno de los lotes más importantes, a precio vil.
Desde el Proyecto Artigas informaron además que el audio en el que se pide mandar «a algún guapo con ganas de pegarle a algún negro de mierda, de esos que odiamos tanto” sería de Fabio Alfredo Schneider de la FAA Crespo- Entre Ríos.
En tanto, Dolores Etchevehere declaró «no tener miedo, porque el miedo paraliza, pero sí temor y precaución». Informó que sus hijos fueron amenazados y por ellos se encuentran bajo custodia policial por el juzgado federal.

La disputa familiar entre Dolores Etchevehere y sus tres hermanos tiene larga data, pero tomó relevancia el jueves pasado, con la conformación del Proyecto Artigas, en la que organizaciones sociales, campesinos sin tierra y organizaciones ambientales tienen como objetivo llevar adelante un modelo agrario sostenible en tierras donadas por Dolores, y el despliegue de acciones legales simultáneas en todos los juzgados donde están iniciadas causas contra su familia por actos de corrupción, violencia e impunidad, que incluyen falsificación de firmas, administración fraudulenta, evasión fiscal por cuentas en el exterior no declaradas, lavado de dinero, explotación laboral, acceso a tierras fiscales a precios viles y violencia económica.
Fuente: Página 12