El domingo 7 de agosto a la madrugada, Norberto Osvaldo Alcántara se presentó en la vivienda de su expareja, una artista callejera de Paraná: tenía en una mano una botella con nafta y en la otra una antorcha encendida. Le arrojó el líquido combustible a A.N.B. y en parte también al amigo de la joven, H.T.. Luego, acercó la llama al cuerpo de la mujer, pero no alcanzó a tocarla gracias a que el amigo intercedió. Este muchacho sí resultó quemado, al igual que Alcántara, quien luego fue detenido y quedó con 90 días de prisión preventiva, aunque no se descarta que se vaya con domiciliaria a la casa de su madre en la provincia de La Pampa.
La historia de A.N.B. y Alcántara comenzó unos tres meses atrás. Ambos son artistas callejeros y se conocieron luego de que el hombre de 33 años llegara desde la provincia de las llanuras del centro argentino. Convivieron en la casa de la mujer en calle Churruarín desde fines de abril, aproximadamente. La violencia que Alcántara venía ejerciendo contra la chica era cada vez mayor. Por eso, aquel domingo decidió ponerle fin a la relación y echarlo de su casa. Para ello, estaba con dos amigos, H.T. y H.C., quienes la ayudaron a expulsar al violento de la vivienda. Pero ninguno imaginaba que, unos minutos después, iba a regresar.
Eran alrededor de las 5.30 cuando Alcántra llegó al domicilio, se paró en la vereda, encendió la antorcha y, ni bien salieron A.N.B. y sus amigos les tiró con nafta. La joven fue rociada en la parte superior del cuerpo (en la cara, los hombros y el pecho). En el forcejeo, H.T resultó con un brazo en llamas que en seguida logró apagarse, mientras que Alcántra también tenía la mano y el brazo izquierdos envueltos en fuego. Mientras, los amigos de la joven lo corrieron hacia la calle y lo golpearon con puños y patadas. En tanto, A.N.B. ingresó a su casa y salió con un recipiente con agua para tratar de apagar el foco de incendio que había quedado en el asfalto por la antorcha y la botella, al lado de un contenedor.
H.T sufrió quemaduras de grado A en su mano y brazo derechos. Quizás, se estaría hablando de lesiones mucho más graves en H.T. y Alcántara si no fuera porque hacía frío y tenían camperas que algo los protegieron del fuego.
El agresor fue imputado por el delito de Homicidio agravado por violencia de género y por tratarse la víctima de una expareja, en grado de tentativa, por parte de la fiscal Fernanda Ruffatti, momento en el cual Alcántara se abstuvo de declarar.
El miércoles de la semana pasada, se realizó la audiencia para imponer una medida cautelar al acusado. La fiscal pidió 90 días de prisión preventiva en la Unidad Penal N° 1 de Paraná, mientras que el defensor oficial Pablo Biaggini solicitó la prisión preventiva bajo la modalidad de arresto domiciliario en la vivienda de la madre de Alcántara, en la localidad pampeana de Catriló (cerca del límite con la provincia de Buenos Aires), bajo la responsabilidad de su madre y con el sistema de monitoreo electrónico, controlado por el CECOM dependiente de la Policía de La Pampa, desde donde le habían informado la disponibilidad de dispositivo.
La fiscal se opuso a esta modalidad ya que considera que Alcántara se podría fugar.
El juez de Garantías, Ricardo Bonazzola resolvió imponer la prisión preventiva para el imputado en la cárcel de Paraná por 90 días (vencerá el 8 de noviembre). Sin embargo, encomendó a las partes a que se pongan en contacto con la madre del acusado “a fin de confirmar su voluntad de hacerse responsable de la medida ofrecida por la defensa técnica, como así también verificar la cuestión técnica y la factibilidad de colocación de dispositivo electrónico en el lugar ofrecido”. Aunque aclaró: “Sin que esto sea considerado adelanto de una decisión favorable al pedido de la defensa”.
