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Causa Narcotráfico: Testigos complicaron la situación de imputados relacionados con la avioneta

Sergio Emanuel Godoy; Jorge Fernando Villagra y Carlos Chimento fueron testigos presentados por la defensa de Cristian Javier Silva a fin de despegar a su pupilo de la acusación vinculada con la compra de combustible para repostar la avioneta que fue detenida en Colonia Avellaneda en 2017 con 317 kg de marihuana. Dos elementos sacados de las escuchas complicarían a Silva: la búsqueda de nafta de octanaje alto y la compra de un centenar de bidones para trasladar el fluido.

Además, el cabo Carlos Frías, quien tuvo a su cargo las escuchas, coligió que cuando en las conversaciones Silva hablaba de “karting” se estaba refiriendo de manera solapada a la aeronave.

Este último punto fue donde mayores aportes hubo a favor de Silva, ya que los tres testigos dejaron establecido que tenía muchos años de actividad como piloto de karting en diversas categorías.

Sin embargo, en los otros puntos dejaron ante el Tribunal información que podría complicar su situación.

Godoy comparte con Silva el hobby del karting y participó junto a él en varias carreras entre 2012 y 2013, aunque no recordó que haya participado en competencias en 2017, año en que fue detenido por la causa de la narcoavioneta.

En ese entonces, la PFA que tenía intervenido el teléfono de Silva, interceptó una llamada en la que el imputado le consultaba cómo podía mejorar el octanaje de las naftas. El testigo afirmó que le recomendó un negocio en particular y un aditivo (“la viborita”) que le permitiría “perrear” un motor para mejorar el rendimiento. También fue consultado para establecer una proporción del combustible que se necesita para un karting y afirmó que, por fin de semana, entre 15 y 20 litros son más que suficientes por cada vehículo.

En el mismo sentido declaró Chimento, quien informó que en un tanque de karting entran dos litros de nafta, y sobra combustible para hacer las entre 14 y 17 vueltas que se dan por competencia y por jornada.

El elemento que se destila de estos dichos es que sería una desproporción que Silva haya querido comprar 100 bidones de 25 litros cada uno (lo que genera una capacidad total de 2.500 litros de almacenamiento) para abastecer de combustible a un karting.

Además, Villagra dejó sentado que la nafta que utiliza un avión no sirve para karting o moto, ya que para cada motor se necesita un tipo de nafta y su mala utilización podría arruinar el funcionamiento del motor.

A la hora de resolver, el Tribunal integrado por Lilia Carnero; Noemí Berros y Roberto López Arando deberá sopesar este último dato a la luz de la escucha donde Silva, con muchos años de experiencia en el karting, pregunta a un mecánico si aún se puede comprar aeronafta en el Aeropuerto de Paraná.

• Zapatos y “Zapatos”

Uno de los testimonios más sólidos y congruentes que se han escuchado en la causa fue el brindado por Carolina Pirola.

La mujer aseguró, y presentó pruebas que se agregaron al expediente en el mismo sentido, que en el año 2017 fue contactada por Silva para hacerse cargo de la venta de un gran lote de ropa, zapatos y otros enseres, que había comprado junto con Hernán Rivero y que había tratado de revender a Griselda Bordeira (funcionaria de Seguridad del Municipio de Paraná, también imputada en la causa), pero esta no pudo colocar y finalmente devolvió a Silva.

Pirola y Silva establecen entonces un acuerdo por el cual la mujer se hace cargo de la comercialización en una feria en el polideportivo del barrio Lomas del Mirador de los productos y se repartirán 50/50 las ganancias.

Así fue que fueron a buscar la mercadería a la casa de Bordeira sobre el 12 o 13 de abril de 2017. La feria se concretó unas semanas después, en dos etapas, logrando una recaudación de $ 160 mil.

El aporte de Pirola será seguramente utilizado por las defensas para disolver la interpretación que hizo en las escuchas el cabo Frías, quien entendió que cuando hablaban de “ropa” o “zapatos” se estaban refiriendo elípticamente a estupefacientes.

Antes de la mujer amplió su indagatoria Hernán Rivero, quien apuntó que al ser designado en la Unidad Municipal 2 se le asignó un vehículo oficial (un utilitario Renault Kangoo), por lo que tenía su auto particular (un Chevrolet Aveo) en desuso. Silva le ofreció que lo aporte para comprar la mercadería que terminaría en las ferias de Pirola y Rivero aceptó, aunque dijo no ser una persona dedicada a ese tipo de negocios.

El acusado dijo que la operación no incluyó a “Tavi” Celis y que, en todo caso, los zapatos o zapatillas de los que hablaría Celis en sus llamados interceptados no son las mismas del negocio que encaró con Silva.

• Otros aportes

También pasaron por frente al Tribunal Dardo Ruhl y Fabián Proietto, quienes dejaron sentado que la camioneta Saveiro del acusado Patricio Larrosa que se vio en las inmediaciones del campo de Colonia Avellaneda momentos antes del aterrizaje de la avioneta había sido adquirida con el dinero de la venta de la casa materna y que Larrosa solía prestar el vehículo a otras personas.

El último testigo fue Guillermo Nicolás Cuesta, funcionario del Servicio Penitenciario Penal, quien dio detalles del procedimiento en el cual se secuestró el celular infiltrado dentro de la cárcel para Celis, con el cual habría dirigido las acciones de la banda desde el presidio. (APFDigital)

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