Amnistía Internacional denunció presuntos crímenes de guerra perpetrados por el gobierno de Vladimir Putin en la periferia de la capital ucraniana. La secretaria general de la organización Agnès Callamard presentó en Kiev el informe de una investigación que detalla los hallazgos realizados en esa zona, en el cual se condena el «uso ilegítimo de la fuerza» por los ataques contra civiles y se exige que los agresores rindan cuentas ante la Justicia.
El documento He’s Not Coming Back: War Crimes in Northwest Areas of Kyiv Oblast («Él no volverá: Crímenes de guerra en las áreas del noroeste de la provincia de Kiev») se compone de entrevistas a ucranianoss y un análisis de pruebas recabadas sobre el terrenodurante un trabajo de campo de doce días. Además, documenta ataques aéreos considerados ilegítimos, cometidos en Borodyanka, así como ejecuciones extrajudiciales varias localidades, como Adriivka, Vorzel o Bucha.
«Seamos claros, las ejecuciones extrajudiciales cometidas en un conflicto armado internacional son un crimen de guerra; los ataques aéreos indiscriminados llevados a cabo con intenciones dolosas son también crímenes de guerra», dijo Callamard durante una rueda de prensa. La secretaria general también ha recordado que la invasión del Kremlin también ha supuesto ataques desproporcionados y abusos contra civiles, algunos alojados en refugios.
El informe de Amnistía Internacional hace especial hincapie en la rendición de cuentas, recalcando que «todos los responsables, incluyendo la cadena de mando, deben ser llevados ante la Justicia».
Pruebas
Según registra el informe, al menos cuarenta personas murieron tras la devastación de todo un barrio en Borodyanka, dejando a miles de personas sin hogar. En la ahora tristremente famosa ciudad de Bucha y en otros pueblos al noroeste de Kiev se registraron 22 homicidios, los cuales podrían ser mayoritariamente ejecuciones extrajudiciales. Amnistía Internacional entrevistó a civiles de estas localidades y visitó los lugares donde se llevaron a cabo los supuestos crímenes.
La investigación relata que a finales de febrero las tropas del ejército ruso ocuparon Bucha, a unos treinta kilómetros de Kiev, y entre el 4 y el 19 de marzo, se pudieron haber realizado cinco ejecuciones extrajudiciales. Además, entre el 1 y el 2 de marzo se llevaron a cabo varios ataques aéreos sobre Borodyanka, a sesenta kilómetros de la capital, alcanzando ocho edificios de apartamentos en los que vivían más de seiscientas familias.
Fuente: Página 12