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El trabajador: Su relación con la actividad física y los deportes

“Si no necesitas trabajar para comer, necesitarás trabajar para tener salud. Ama el trabajo y no dejes que nazca la mala hierba de la ociosidad” (William Penn).

Nunca hubiésemos pensado que en zonas rurales o en el mismísimo interior del país las personas llegarían a tener picos de estrés, hipertensión, trastornos alimenticios, emocionales y un sin número de patologías relacionadas directa o indirectamente con lo que sucede en el ámbito laboral, las distintas problemáticas del ser humano no siempre se resuelven de la misma manera pero puedo asegurar que la actividad física y los deportes nos permiten hacer catarsis ante situaciones complicadas y el ámbito laboral suele ser un caldo de cultivo para las complicaciones emocionales que desencadenan en trastornos neurológicos y físicos, he aquí un  interesante espacio para que los profesores de educación física puedan volcar sus saberes y ser los principales agentes de salud en los ámbitos laborales donde se requiera el incremento de productividad.

En el caso de que los empleadores no hayan tomado real conciencia de los beneficios, podrán ser nuestros docentes los que vayan a la montaña de Mahoma, preparando proyectos y programas especiales surgentes de diagnósticos previos vinculados a  las características de las empresas, comercios o instituciones que demandan cambios que favorezcan la convivencia  y armonicen las relaciones interpersonales de los operarios.   

ACTIVIDAD FÍSICA Y DEPORTES UNA OPCIÓN SALUDABLE PARA MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD DE LOS TRABAJADORES

La gran importancia que ha adquirido el deporte en la sociedad actual ha provocado que un gran número de organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea promocionen y fomenten de la actividad física como herramienta clave para hacer frente a determinadas enfermedades y contribuir al bienestar de las personas.

El deporte y la actividad física repercuten en la salud de los trabajadores y consecuentemente en la productividad de las organizaciones.

En la actualidad, el ausentismo y el presentismo laboral se presentan como dos fenómenos que originan grandes problemas económicos a las empresas a los trabajadores y a la sociedad en general. Ante esto,  por ello ante esta realidad muchas compañías han decidido implantar programas de promoción de la salud. Un trabajador sano producirá más, se sentirá más confortable en su puesto de trabajo, las bajas por enfermedad se reducirán, etc. Estas razones representan argumentos de suma importancia  para que un gran número de organizaciones fomenten y potencias dichos programas. En este contexto de promoción de la salud en el ámbito laboral, el deporte y la actividad física son medidas muy recomendables para hacer frente al ausentismo y al presentismo laboral.

El ausentismo laboral se puede definir como el incumplimiento por parte del empleado de sus obligaciones laborales, faltando al trabajo, cuando estaba previsto que acudiese al mismo, de manera justificada o injustificada, o no desarrollando su cometido de forma voluntaria durante una parte o la totalidad de la jornada. Por su parte, el presentismo laboral se define como la actitud del trabajador que acude a su puesto de trabajo con algún tipo de enfermedad y/o que realiza tareas que no guardan relación con sus obligaciones laborales.

El presentismo es impulsado por varios factores interrelacionados y que son comunes en el lugar de trabajo. El empleo precario y el temor a perder el trabajo debido a la crisis económica están provocando la reducción del ausentismo laboral, además de constituir dos de las principales causas del auge del denominado presentismo laboral.

El empeoramiento de la salud y el bienestar de dichos empleados dan lugar, tarde o temprano, a una pérdida de productividad de las empresas. Esto está provocando que cada vez sean más las empresas que adoptan programas de protección y promoción de la salud con un carácter más global, destinados no sólo a los trabajadores, sino también a sus familias. Durante los últimos años, se han multiplicado las intervenciones de promoción de la salud en las empresas, existiendo evidencias claras del impacto de las mismas, no tan sólo en la salud y calidad de vida de los trabajadores, sino también en la productividad, la calidad del producto o servicio: en suma, la competitividad y sostenibilidad de la empresa y la contención de los costos ligados a la mala salud.

Además del importante ahorro que estos programas generarían, los argumentos que defienden su implementación se basan en otros innumerables beneficios que acarrean, tanto para los trabajadores y las empresas como para la sociedad en general

La promoción de la actividad física en el ámbito laboral debería plantearse entonces como una opción estratégica en salud ocupacional. Entre las ventajas que brinda la actividad física en los ambientes laborales destacan las ventajas fisiológicas, productivas y psicológicas.

Por. Lic.  Alfredo Mario Legarreta

Fuente: El Sol

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