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El veto al aborto en Texas llega a la Corte Suprema de Estados Unidos

El veto casi total al aborto en Texas, el más restrictivo de Estados Unidos, centrará este lunes dos audiencias de la Corte Suprema, mientras activistas advierten del profundo impacto que está teniendo en las mujeres del estado. Dos meses después de que entrara en vigor, la Corte examinará la polémica ley de Texas, que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas, y no contiene excepciones para los casos de incesto o violación.

La Corte Suprema, de mayoría conservadora, no entrará a juzgar la constitucionalidad de la medida, que contradice expresamente la jurisprudencia del propio Supremo sobre las circunstancias en las que el aborto es legal en Estados Unidos. En cambio, el máximo tribunal del país estudiará si el gobierno del presidente Joe Biden tenía derecho a demandar al estado de Texas por el veto, algo que hizo en septiembre; y en una audiencia separada, evaluará el inédito mecanismo de implementación de la ley.

La legislación permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar en caso de que crean que están infringiendo la prohibición, y ofrece indemnizaciones de hasta diez mil dólares a cada demandante si gana el juicio. Ese sistema ha permitido hasta ahora que las autoridades de Texas eludan la responsabilidad por la aplicación de la ley, porque el peso de la implementación está en esos ciudadanos particulares, y no en los líderes conservadores que impulsaron el veto.

Fue ese vacío legal el que permitió que la ley, conocida como S.B.8, entrara en vigor con el beneplácito del Tribunal Supremo, a pesar de que viola la decisión de esa misma Corte que legalizó el aborto en todo Estados Unidos en 1973, conocida como «Roe versus Wade».

Quienes defienden el derecho a abortar temen que la Corte elimine el año que viene la decisión de 1973 que lo garantiza en Estados Unidos, pero lo más probable es que no sea debido a las demandas contra el veto de Texas, sino como consecuencia de otro caso que el tribunal estudiará el próximo primero de diciembre. Ese día el máximo tribunal escuchará argumentos sobre una ley de Misisipi que prohíbe el aborto a partir de las 15 semanas de gestación en ese estado, el más pobre del país y donde solo queda una única clínica que ofrece ese servicio médico.

La Corte Suprema decidirá sobre el tema antes de julio de 2022 y, si derogara «Roe versus Wade», cada territorio estadounidense sería libre de prohibir o permitir el aborto a su antojo. Se espera que, en ese caso, más de la mitad de los estados del país tomen medidas para vetarlo, lo que supondría que alrededor de la mitad de las mujeres en edad reproductiva de Estados Unidos, unos 36 millones, se quedarían sin acceso al aborto en el territorio donde viven.

Fuente: Página 12

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