Megaoperativo de seguridad
Por Gustavo Veiga, desde Quito
Cien mil efectivos custodiarán la jornada electoral que además no ofrece certezas sobre el desenlace, más allá de cómo se reacomodaron las fuerzas que respaldan a González y Noboa para esta segunda vuelta. La candidata había sacado el 33,61 por ciento en la primera vuelta y su rival el 23,47. Por estas horas, varias encuestas los dan casi a la par en la intención de voto y con un porcentaje demasiado alto de indecisos, sobre todo en el segmento más joven del electorado.
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¿Un final cerrado?
González sacó el 33,61 por ciento de los votos el 20 de agosto y Noboa el 23,47. Esa diferencia no se traslada de modo mecánico a la segunda vuelta, porque un crisol de fuerzas ultraconservadoras y de derecha se unió para impedir el retorno de Revolución Ciudadana al poder. Son, entre otras, Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) y Mover (la ex Alianza PAIS). La candidata cerró su campaña en esta ciudad y prometió que desde este domingo, buscará «dignidad, justicia y equidad». El empresario se respaldó en su juventud para agradecer «a todos por creer en la nueva generación. Junto a ustedes construiremos el país que merecemos».
El clima de la calle
Por Gustavo Veiga, desde Quito.
Esta capital todavía no sufre el clima de inseguridad que se vive en Guayaquil –segunda ciudad del país– y en las provincias costeras y del norte. Pero el hecho de que la ciudad está muy alerta ante la crítica situación, lo comprobó este cronista, recibido en la madrugada ayer en el hotel por dos efectivos de seguridad privada con armas de puño en su cintura.
Denis, un taxista de 28 años, mencionó otras coordenadas sobre el delito. Las recomendaciones generales no difieren de las que se escuchan en urbes importantes de América Latina. Ni siquiera de las principales de EE.UU. «No salga más allá de las 21«, «tenga cuidado», aquí y allá. Nada original.
González y Noboa, que están muy parejos en varias encuestas, hicieron sus cierres de campaña el jueves con chalecos antibalas, que en Ecuador se venden como pan caliente. El asesinato del periodista Fernando Villavicencio el 9 de agosto pasado cometido por sicarios, fue un punto de clivaje en el concepto de seguridad.
Inseguridad en Quito: Robaron al enviado de Página/12
Por Gustavo Veiga
El taxi amarillo baja desde un cerro por una avenida de doble mano que, de pronto, lo sorprende en un embotellamiento. Es imposible zafar. La ventanilla trasera derecha está ligeramente baja, pero con suficiente espacio para que pase una mano. Hace calor, un calor espeso como la situación que sobrevendrá.
La mano inesperada atrapará el teléfono celular del enviado de Página/12, una mano y dos piernas que huirán por una callecita perdida del bulevard 24 de mayo. «Escapó por ahí», «Se fue por allá», gritan un par de voces solidarias que atinan a indicar un camino de futuro incierto y a 2.850 metros de altura, donde el caco ya sacó una enorme ventaja.
Solo se alcanza a ver una manga cuadrillé, como de una campera. Valiosa información y contactos que no se recuperarán hasta regresar a Buenos Aires. Un par de horas más tarde, una mujer morena, joven, de dientes color marfil, escucha el testimonio de este damnificado y agrega: «este año ya me robaron cuatro veces un celular. Dos en el bus, una a mano armada y otra aquí en el shoping». Una verdadera pesadilla quiteña.
La inseguridad, el gran tema de las elecciones presidenciales en Ecuador
Por Gustavo Veiga, desde Quito
La inseguridad es la prueba de que ni el dólar, ni la selección de fútbol que ahora dirige el español Félix Sánchez, ni otros padecimientos cotidianos, dominan las conversaciones: el gran tema es la posibilidad de caer en la volteada en una calle oscura y sin testigos. «Guayaquil es mucho más peligrosa que Quito, aunque igual, acá nadie para muy tarde ante un semáforo en rojo. Por eso también hay muchos choques…» cuenta Denis –el taxista– cuenta que después de las 12 de la noche nadie se detiene en los semáforos.
Fuente: Página 12