El Departamento de Guerra de Estados Unidos realizó un nuevo ataque contra una lancha en el Pacífico oriental que, según afirmó, se dedicaba al tráfico de drogas. Durante el operativo murieron los cuatro tripulantes de la embarcación.
“Por orden del presidente Donald Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo un ataque letal contra otra embarcación dedicada al narcotráfico, operada por una organización designada como terrorista (DTO, por sus siglas en inglés), en el Pacífico oriental”, informó el secretario de Guerra, Pete Hegseth, en su cuenta de la red social X.
“Esta embarcación, como todas las demás, era conocida por nuestros servicios de inteligencia por estar involucrada en el contrabando ilícito de narcóticos, transitaba por una ruta conocida de narcotráfico y transportaba drogas”, señaló el jefe del Pentágono, además de precisar que los cuatro hombres a bordo, a los que calificó como narcoterroristas, se encontraban a bordo de la embarcación durante el ataque que se produjo en aguas internacionales. “Ninguna de las fuerzas estadounidenses resultó herida en este ataque”, aclaró.
El secretario de Guerra afirmó que el hemisferio occidental ya no es un refugio seguro para los narcotraficantes que introducen drogas en las costas de Estados Unidos y que, según sus palabras, envenenan a los ciudadanos estadounidenses. “El Departamento de Guerra continuará persiguiéndolos y eliminándolos dondequiera que operen”, remarcó.
Un video que acompañaba la publicación de Hegseth mostraba una embarcación flotando estacionaria en el agua antes de una gran explosión y un incendio posterior. Al igual que en imágenes anteriores difundidas por el gobierno estadounidense, algunas áreas de la embarcación están difuminadas, lo que impide verificar cuántas personas iban efectivamente a bordo. Más allá de los videos de los bombardeos, Washington aún no ha hecho pública ninguna evidencia de que sus objetivos estuvieran traficando narcóticos o representaran una amenaza para el país.
Más de 60 muertes
De esta manera, el Ejército de Estados Unidos asegura haber hundido 15 embarcaciones y causado 61 muertes en aguas del Caribe y del Pacífico, en un total de 12 ataques. Bajo el argumento de combatir el narcotráfico, la administración de Donald Trump escaló su ofensiva contra los carteles latinoamericanos a los que considera organizaciones terroristas y frente a los cuales declaró un “conflicto armado directo” que, según sostiene, justifica sus acciones militares en aguas internacionales.
El aumento de tensiones empezó en agosto con el despliegue de buques del Ejército estadounidense en el Caribe y con Venezuela en el punto de mira, pero ya se ha extendido a aguas del Pacífico involucrando a Colombia. Tanto el Gobierno del venezolano Nicolás Maduro como el del colombiano Gustavo Petro, ambos acusados por Donald Trump de narcotraficantes, han denunciado los ataques a las lanchas como asesinatos y ejecuciones extrajudiciales. Decenas de ONG, como Amnistía Internacional, también han cuestionado las acciones del gobierno republicano por infringir el derecho internacional.
El historial de ataques
El 2 de septiembre, Washington anunció el primer ataque contra una embarcación, en el que sostuvo que iban a bordo once personas del grupo criminal Tren de Aragua que salió de Venezuela para transportar drogas hacia Estados Unidos. La Casa Blanca difundió el video de la supuesta intercepción, pero no aportó más pruebas del vínculo de la lancha con el narcotráfico. El 15 de septiembre, un segundo ataque contra una embarcación mató a tres venezolanos. El 19 de septiembre, Trump informó sobre un tercer ataque contra una embarcación, esta vez sin precisar el origen de la travesía. Tres personas murieron.
El 3 de octubre, Pete Hegseth anunció que se se produjo el cuarto ataque en aguas del Caribe, en el que murieron cuatro tripulantes. El quinto ocurrió el 14 de octubre contra un bote cerca de las costas venezolanas, con un saldo de seis víctimas mortales. Dos días después, el Ejército estadounidense atacó un submarino. De sus cuatro tripulantes, dos murieron y los sobrevivientes fueron trasladados a sus países de origen, Ecuador y Colombia, sin ningún proceso legal a pesar de que la Administración Trump los tildó también de narcotraficantes.
El 17 de octubre, Estados Unidos anunció la muerte de tres personas tras el hundimiento de una lancha vinculada con la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), una de las organizaciones designadas como terroristas por Washington.
El 21 de octubre, el ejército realizó su primer ataque en aguas del Pacífico, cerca de las costas de Colombia, en el que mató a dos personas. Al día siguiente, hubo tres muertes más en otro bombardeo en la misma zona. El 24 de octubre, la Administración Trump anunció el décimo ataque contra una lancha que, según afirmó, era operada por el Tren de Aragua y transportaba a seis personas que murieron. El disparo se produjo en aguas internacionales del Caribe.
El martes, el gobierno de Estados Unidos anunció el ataque más mortífero hasta la fecha. Al menos 14 personas perdieron la vida en el ataque de Washington a cuatro lanchas en aguas internacionales del océano Pacífico, mientras que uno sobrevivió y fue rescatado por la Marina mexicana.
Fuente: Página 12
 
								
 
								 
								 
								 
								 
								 
								
 
								




