Personal de la División Investigaciones trabajaba este lunes por la mañana en calle Montiel al 3.350 de la capital entrerriana, a pocos metros de donde fue hallado el pasado 15 de julio el cuerpo del contador Gonzalo Calleja.
El operativo fue ordenado por el fiscal Santiago Alfieri, quien ha determinado que se realicen procedimientos en este lugar, como así también que se hagan allanamientos en otros sitios de la ciudad.
Además, en el lugar donde hay muchos pastizales, colaboraban bomberos porque se trabajaba en un pozo de agua, por lo que se necesitaban herramientas para acceder al mismo. En tanto, cuadrillas del municipio de Paraná colaboraban con un grupo electrógeno.
Cabe recordar que para la investigación es trascendente dar con las pertenencias del joven asesinado, dado que faltan su teléfono celular, su mochila negra, la billetera, un reloj y las llaves del vehículo de la víctima.
· El caso, según la acusación
El contador Gonzalo Calleja fue secuestrado y torturado en un departamento durante un plazo de 13 horas, antes de ser asfixiado y de que su cuerpo fuera descartado. Esa es la conclusión a la que llegó el fiscal del caso, Santiago Alfieri.
Los cuatro detenidos, Ezequiel David Morato, Alberto Enrique Osuna, Iván Elías Garay y Ramiro Gabriel Colman, se encuentran alojados en la cárcel de Paraná hasta que se consigan tobilleras electrónicas, puesto que el juez ordenó 45 días de prisión domiciliaria con el respectivo monitoreo.
Según la reconstrucción del hecho, al contador le robaron 15.000 dólares, su teléfono, su billetera y su reloj inteligente, entre otras cosas.
Según la acusación, estuvo secuestrado en un departamento, donde sufrió torturas y donde lo mataron por el método de asfixia, antes de descartar su cuerpo en un campo de calle Montiel, casi Juan Báez, de la capital entrerriana.
El secuestro comenzó en horas de la tarde del miércoles 14 de julio y se extendió hasta las 5:20 de la madrugada del jueves 15. Luego de robarle y torturarlo, le “dieron muerte por asfixia, y abandonaron el cuerpo en una zona de descampado”, sostiene la acusación.
El fiscal había solicitado que los cuatro imputados por el delito de “homicidio agravado, en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravado” recibieran una pena de 90 días en prisión preventiva. Sin embargo, el juez de Garantías Ricardo Bonazzola ordenó una pena de 45 días de prisión domiciliaria.
Durante este plazo tendrán que usar tobilleras electrónicas, aunque, hasta que se consigan los aparatos, deberán permanecer en la Unidad Penal 1 de Paraná