El gobierno italiano anunció ayer que 349 personas positivas con coronavirus fallecieron en las últimas 24 horas, lo que elevó la cantidad de víctimas fatales por la enfermedad a 2.158, en un contexto en el que el gobierno confirmó que «aún no se alcanzó el pico» de contagiados. Por su parte, el gobierno iraní reportó otras 129 muertes por el Covid-19, el mayor número de víctimas fatales en un día desde que el país comenzó a combatir el brote de un virus que ya se cobró más de 850 vidas allí.
Ambos países son territorios donde se están dando los peores brotes de coronavirus, una enfermedad que ya infectó a más de 170.000 personas en todo el mundo y causó más de 7.000 muertes.
En Italia la región más golpeada sigue siendo la norteña Lombardía, donde en las últimas 24 horas se registraron 202 muertos y 1.377 contagiados, para un total de 1.420 víctimas fatales y 14.649 positivos. El gobierno de Lombardía advirtió que estaba a punto de quedar sin camas suficientes en sus hospitales para tratar a los afectados por esta enfermedad.
Dentro de las medidas para evitar que se expandan los casos positivos hacia el sur del país, el gobierno italiano dispuso suspender el movimento de personas desde y hacia la isla de Sicilia.
El gobierno iraní expresó su preocupación ante la posibilidad de que las instalaciones de salud se vean colapsadas si la tasa de casos nuevos continúa avanzando. Entre los fallecidos se incluye un importante miembro de la conservadora Asamblea de Expertos del país, el ayatollah Hashem Bathai Golpayegani, quien murió hoy.
Pese a que el gobierno iraní cerró hoy el santuario de Masoume, un importante lugar de peregrinación en la ciudad de Qom y el epicentro del brote en el país, muchos iraníes descartaron los temores sobre el virus y los consejos de los funcionarios de salud pública y tanto restaurantes como cafeterías permanecieron abiertos.
TÉLAM
