Maré, el mayor complejo de favelas de Río de Janeiro, tuvo este jueves la primera jornada de vacunación masiva contra el coronavirus. El proceso de inmunización, que se extenderá hasta el primero de agosto, forma parte de un estudio que busca conocer los efectos directos e indirectos de la vacunación masiva en una comunidad que aglutina 16 favelas y donde viven alrededor de 150 mil personas. Hasta el momento 317 personas murieron por covid-19 y unas 6.800 se contagiaron en Maré, que a través del trabajo comunitario emprendió una efectiva campaña para reducir el efecto de la pandemia.
Más de 140 centros de salud, escuelas y otros sitios fueron adecuados para inmunizar a 31 mil personas entre los 18 y los 34 años de edad, un proceso que contó con la participación de 1.600 voluntarios. Todos ellos recibirán la vacuna del laboratorio AstraZeneca, producida en Brasil por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el principal centro de investigación médica de América latina.
Según los expertos, la eficacia de la vacunación masiva se analizará con base en las peculiaridades propias de Maré, donde la mayor parte de su población es menor de 30 años (51 por ciento) y teniendo en cuenta que algunos de sus habitantes ya están inmunizados o a la espera de la segunda dosis.
«Nunca tuvimos un impacto de vacunación en una comunidad con estas características. Maré es un área agitada, amotinada; es una zona donde al inicio de la pandemia la mortalidad era el doble que la de Río de Janeiro, que era la mayor entre las capitales de Brasil«, aseguró Fernando Bozza, investigador y coordinador del estudio.
El estudio, que se extenderá por seis meses y se dividirá en varias etapas, busca conocer la efectividad directa e indirecta de la vacunación, con seguimiento a las personas inmunizadas masivamente y a las que no lo están, para saber si la aplicación del antígeno en adultos inhibe el contagio de menores.
La iniciativa es el resultado de una movilización social que empezó un año atrás para frenar la pandemia en esa comunidad y en la que ha trabajado la ONG Redes da Maré en coordinación con la Secretaría municipal de Salud y la Fiocruz. Antes de la pandemia la ayuda comunitaria estaba enfocada en reducir los índices de violencia y apoyar a las madres jefas de hogar y a los jóvenes.
Con la llegada del coronavirus, el objetivo fue salvar vidas y Maré lo consiguió. En un año, consiguió bajar las muertes por covid-19 en un 88 por ciento gracias al cooperativismo de sus habitantes, el apoyo de otras ONG y de las autoridades y un continuo e intenso trabajo de comunicación por las redes sociales, los medios locales y el boca a boca.
«El apoyo de los habitantes ha sido enorme. Las personas entendieron que, colectivamente, se podían resolver estos problemas que estamos viviendo», señaló al respecto Eliana Silva, directora de Redes da Maré.
Esa red de solidaridad se tejió mientras el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, militaba a favor del levantamiento de las cuarentenas en el país y consideraba al coronavirus una «gripezinha». El líder de ultraderecha redobló este jueves sus ataques a la Corte Suprema afirmando que el máximo tribunal del país «cometió un delito» al avalar las medidas sanitarias impuestas por las autoridades locales para frenar la pandemia.
Fuente: Página 12