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Los beneficios de la actividad física

“Restricciones no son suspensiones”, dice el Lic. Mario Legarreta.

Los términos similares a restricción son: Limitación, reducción, condicionamiento y delimitación y los opuestos podrían ser abuso e ilimitación.

Teniendo en cuenta las experiencias vividas, opiniones desencontradas y decisiones discutidas, nadie puede negar que las autoridades priorizan la salud de la población y en ese permanente aprendizaje debemos enfocarnos en que la segunda oleada de Covid-19  tenga el menor número de contagios.

De esta forma, la práctica regular de alguna actividad física, además de ayudar tanto a la salud física como mental, contribuye a reforzar el sistema inmunitario y reducir el riesgo de contraer una enfermedad vírica. En este sentido, realizar actividad física y  deportes se vuelve una muy útil herramienta a la hora crear una barrera frente al Covid-19. De hecho, el riesgo de contagio al realizar ejercicio al aire libre o en un gimnasio es mucho menor comparado con el que se tiene al llevar una vida sedentaria.

En este contexto, los beneficios de la actividad física ya han sido corroborados por más investigaciones y se ha comprobado que son más efectivos en población adulta. Por un lado, se han encontrado evidencias que apuntan a que un ejercicio regular y estructurado puede llegar a demorar el envejecimiento del sistema inmunológico. Por otro lado, el ejercicio cardiorrespiratorio a una intensidad moderada mejora notablemente las respuestas inmunes en la vacunación y reduciendo las inflamaciones de grado bajo. “A largo plazo, la actividad física regular y el ejercicio frecuente aumentan los aspectos de la competencia inmunológica a lo largo de la vida.

En definitiva, hacer ejercicio regularmente se vuelve más importante que nunca según los tiempos que corren.

COMO LA ACTIVIDAD FÍSICA AYUDA A QUIENES TUVIERON CORONAVIRUS

Las personas afectadas por CORONAVIRUS pueden transitar la enfermedad en diferentes circunstancias, asintomáticos (no habrán notado ningún síntoma que les haga notar estar contagiados) y Sintomáticos, aquellos casos donde la persona siente objetiva o subjetivamente la enfermedad, en el segundo ejemplo sufren  procesos intensos a nivel físico y por ende el cuerpo necesita recuperarse, a nivel muscular sobre todo. Si una persona ha estado varias semanas internada en el hospital, la masa muscular se ve fuertemente comprometida. Aprender a andar, a levantarse, a moverse en definitiva, son algunas de las tareas que de tan simples, se vuelven muy complejas. El coronavirus ha dejado a muchas personas volviendo a aprender a caminar. Y es la actividad física la que ayudara a salir adelante, tomar conciencia de ello y acercarse a los rehabilitadores (médicos, kinesiólogos y profesores de educación física) puede ser sin dudas una decisión inteligente.

Tener una mayor capacidad respiratoria, aumentar la capacidad pulmonar, se puede entrenar, se puede mejorar realizando ejercicios terapéuticos específicos y nada complejos para la recuperación de muchos personas que han pasado por una neumonía bilateral.

Salir a caminar, al aire libre, pasear un rato… permite la movilidad de todo el cuerpo, activa el organismo, se absorbe vitamina D, la sangre se mueve, las lesiones con el movimiento se recuperan antes, el sistema inmunitario se refuerza… Algo tan sencillo como salir y moverse es clave para nuestro organismo. Hay muchas personas que pueden tener miedo al virus, y es normal, por eso los gimnasios y centros deportivos cumplen una función tan elemental. Cuidan de nuestra salud, física y mental. Sentirse bien físicamente es estar bien mentalmente.

Fuente: El Sol

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