Gerardo Caruso, imputado en el legajo del parador de Mar del Plata, declaró este martes en el megajuicio por corrupción. Contó sobre su vínculo con el exgobernador Sergio Urribarri al que definió como “de respeto mutuo y afectuoso”. De igual modo se refirió a Juan Pablo Aguilera. Dijo que el “esquema de devolución” extraído del disco rígido no es de su autoría ni salió de ninguna cuenta suya. Aseguró que para instalar el parador en la playa La Perla, en enero de 2015, pidió dinero prestado a Aguilera y le devolvió una parte en efectivo y otra pagando una deuda que mantenía el cuñado del exgobernador con una empresa. “No hay prueba concreta que me incrimine, sólo interpretaciones subjetivas”, sintetizó.
Sobre el final de su relato frente al tribunal, agregó que este proceso judicial lo perjudicó en lo personal y profesional. “Me llamaron para asumir la gerencia general de Montecarlo TV, En Montevideo. Cuando los accionistas se enteraron que estaba imputado me dejaron de lado. Los inconvenientes de venir, dejar mi familia son un perjuicio grande. Acá me llamaron corrupto, que pertenecía a un clan mafioso, traidor a la Patria. Lo que tengo para decir es que hay una gran impunidad en la acusación”.
La declaración de Caruso duró poco más de una hora y media. Al igual que el resto de los imputados que ya declaró -excepto el exministro de Turismo, Hugo Marsó-, no aceptó preguntas de los fiscales. La transmisión de su relato se vio interrumpida en múltiples ocasiones: la imagen se vio pero el audio se cortó en reiteradas oportunidades.
“Esta situación es inédita, incomprensible para mí”, introdujo apenas se sentó frente a los jueces José María Chemez, Carolina Castagno y Elvio Garzón. “El mundo donde me muevo, el buen nombre se basa en lo construido con ideas y el trabajo de todos los días. Soy poeta, periodista, gestor cultural, productor integral de medios”, mencionó, entre otras actividades.
Más adelante aseguró que realizó trabajos para Liza Minnelli, Susana Giménez, fue productor Ejecutivo de Chiquititas en Brasil, hizo programas en Panamá, trabajó en Miami y fue productor de Fútbol para Todos. “Más o menos esa es mi trayectoria. Dirijo un canal de noticias a nivel nacional con un fuerte anclaje de contenidos digitales. Llegamos a un universo amplio de consumo masivo”.
En homenaje a Juan Gelman
Después comenzó a contestar “algunas de las tantas falsedades de la acusación”. Dijo que El juego en que andamos fue la tercera productora de su carrera. “La primera en los 80 fue BQB, la segunda por los 2000 tenía sede en Miami, se llamaba El Jabalí e hicimos varios proyectos para cadenas americanas como Discovery Channel y Fox. Quiero ser claro, las productoras fueron para mí una plataforma para generar contenidos. En el juego en que andamos, teníamos varios proyectos. Más allá de contratos aleatorios con canales, productoras y otros organismos, la idea era generar otro tipo de trabajos en ese momento, más allá de Futbol para Todos”, afirmó.
Agregó que el nombre se debe a un homenaje al poeta Juan Gelman, de quien declaró ser amigo. “El juego en que andamos es un poema escrito por Juan Gelman en 1999. Gelman es uno delos poetas más importantes de habla hispana de todos los tiempos, murió hace siete años. Por mi admiración y porque tuve el privilegio de tener una amistad entrañable con él, quise homenajearlo, de ahí el nombre de la productora”.
Se refirió seguidamente al producto Fútbol para Todos. “Para mí fue una decisión política que se transformó en una victoria popular. El desafío era transmitir en vivo la totalidad de los partidos en Argentina. Antes de eso, para ver un partido había que pagar. Yo fui convocado por mi trayectoria y no por vínculo en la política. Y el objetivo eran tres cuestiones: fútbol en vivo, gratis y para todo el país”.
“Pieza clave”
Caruso definió al exgobernador Sergio Urribarri como “uno de los impulsores de Futbol para Todos, pieza clave”. “Lo conozco de esos tiempos. Me une con al exgobernador la pasión por el futbol. Compartimos sentires y pareceres del deporte, incluso él tenía uno de sus hijos, un importante jugador de fútbol con el cual charlábamos de eso. Yo soy de Racing, él Independiente y nos chicanéabamos por eso. Mantengo un vínculo de respeto mutuo y afectuoso”, describió.
Agregó que siempre le resultó “muy difícil la comunicación con Urribarri”. Lo dijo puntualmente porque uno delos basamentos de la acusación en su contra son las comunicaciones telefónicas antes de la instalación del parador en Mar del Plata. “No hablaba sólo con Urribarri, hablaba con varios gobernantes. Con Daniel Scioli que en ese entonces era gobernador de Buenos Aires y con Gustavo Pulti, intendente Mar del Plata”.
fuente: Análisis
