Rusia dice que le entregó a Ucrania un documento con sus exigencias para poner fin a la guerra en la exrepública soviética. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que no llegó ninguna propuesta, a pesar de que la cancillería rusa confirmó hoy que el borrador fue enviado el pasado viernes. En tanto, Ucrania propuso una nueva mesa de negociaciones en el asediado puerto de Mariupol, pero no mencionó el documento del Kremlin. Mientras que la ciudad portuaria y la región del Donbass estuvieron en el centro de los bombardeos de Moscú con más de mil ataques en una jornada.
Diálogo de guerra
Kiev propuso una ronda especial de negociaciones en Mariupol,
aunque no hicieron referencia al documento de exigencias presentado por
Moscú. El asesor presidencial e integrante de las negociaciones por la
parte ucraniana, Mijailo Podoliak, propuso celebrar nuevas negociaciones
en la ciudad portuaria. «Sí, sin ninguna
condición. Estamos dispuestos a celebrar una ‘ronda especial de
negociaciones’ justo en Mariúpol», escribió Podoliak en su cuenta de
Twitter.
Más temprano, el Kremlin había señalado que a pesar de haber enviado la propuesta de exigencias el pasado viernes las autoridades de Kiev todavía no habían emitido ningún tipo de respuesta o reacción. “La pelota está en su cancha, estamos esperando una respuesta” subrayó el vocero presidencial Dmitri Peskov. El portavoz del Kremlin no dio detalles sobre las exigencias de Moscú y tampoco estableció un plazo para que Kiev responda. Peskov además culpó a la exrepública soviética por el poco progreso logrado en las negociaciones y acusó a la otra parte de no mantener los compromisos asumidos el 29 de marzo durante el diálogo en Estambul. “La dinámica de trabajo del lado ucraniano (en las negociaciones) deja mucho que desear. Los ucranianos no muestran una gran inclinación a intensificar el proceso de negociación», dijo.
La portavoz de cancillería, Maria Zajarova, lamentó que Ucrania todavía no haya emitido respuestas al borrador presentado por Rusia. «Esto debería darles una idea de cómo se comporta el equipo negociador del régimen de Kiev” señaló en una rueda de prensa. «No hay confianza en sus palabras. Muchas cosas declaradas tanto en el espacio público como en la mesa de negociaciones fueron inmediatamente desmentidas por Kiev, a veces en una hora o incluso en 15 minutos”, recordó.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, remarcó que «los resultados de las conversaciones dependerán totalmente de la disposición de Kiev de tomar en cuenta nuestras legítimas exigencias», según un comunicado de la cancillería rusa tras una conversación telefónica con su homólogo turco.
Zelenski, por su parte, dijo que no estaba enterado de las propuestas del Kremlin. El mandatario ucraniano habló desde Kiev en una conferencia de prensa junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “No he oído nada al respecto. No he visto nada, y estoy seguro de que no hemos recibido nada», aseguró el jefe de Estado ucraniano.
Sarmat
Mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el éxito de su primer ensayo del misil bálisitico intercontinental Sarmat y lanzó una advertencia a los adversarios de Moscú. En un comunicado televisivo, el jefe del Kremlin dio a conocer los primeros resultados del arma de nueva generación y largo alcance. “Capaz de derrotar todos los sistemas antiaéreos modernos”, presumió el mandatario.
«Se trata de un arma única, que reforzará el potencial militar de nuestras fuerzas armadas, garantizará la seguridad de Rusia frente a las amenazas externas y hará reflexionar dos veces a quienes amenazan a nuestro país con una retórica desenfrenada y agresiva», precisó Putin sobre el Sarmat, que además resaltó fue una producción completamente nacional con ensamblajes, componentes y piezas de la industria rusa.
En tanto el Pentágono buscó restarle importancia al lanzamiento de prueba del Kremlin y señaló que se trata de ejercicios rutinarios y que Washington había recibido una notificación previa en base a los acuerdos de tratado Nuevo START. «No consideramos la prueba una amenaza para EE.UU. y los aliados», indicó el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, John Kirby.
Mil ataques a Mariupol
En el terreno ucraniano el ejército ruso lanzó una nueva batería de ataques en el este de la exrepública soviética, donde busca asegurarse el control del puerto de Mariupol y con este la conquista del Donbass. Las fuerzas del Kremlin redoblaron su ofensiva contra los últimos puntos de resistencia en la ciudad portuaria. Los últimos combatientes ucranianos se encuentran en una planta de producción de acero llamada Azovstal, abajo de la fábrica corre una red de túneles. Rusia les había exigido a las últimas tropas ucranianas en ese punto que se rindieran para preservar sus vidas, sin embargo, las fueras de Kiev ignoraron todos los plazos de Moscú.
«Vivimos tal vez nuestros últimos días, sino horas (…) El enemigo nos supera por diez a uno», dijo en Telegram el comandante ucraniano Serguiy Volyna, de la 36ª Brigada Marina, escondido en los pasillos subterráneos de la metalúrgica sureña. Según la autoridad municipal de Mariupol, también hay cerca de mil civiles resguardados en el subsuelo de la Azovstal.
Por su lado, el ministerio de Defensa ruso dio cuenta de los ataques de sus fuerzas en la última jornada en el marco de lo que llama «la liberación del Donbass»: alcanzaron más de mil objetivos con artillería y 73 con bombardeos aéreos. Según el vocero del ministerio, Igor Konashenkov, usaron misiles para atacar concentraciones de tropas y vehículos militares de Kiev en Jerson, una localidad bajo control ruso. Según las fuerzas prorrusas que controlan territorios en Lugansk y Donetsk, cinco militares ucranianos se rindieron y 140 civiles fueron evacuados en Mariupol.
La viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, aseguró que la evacuación de civiles que estaba prevista en un acuerdo preliminar con Rusia no funcionó y culpó al ejército del Kremlin de haber violado el alto el fuego. Según Vereshschuk, las partes habían pactado evacuar a mujeres, niños y ancianos a través de un corredor hacia Zaporiyia, unos 200 kilómetros al noroeste del puerto del mar de Azov. En cambio, Rusia afirmó que nadie utilizó el corredor humanitario para salir de Mariupol, según un comunicado el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional, coronel general Mijaíl Mizíntsev. «Nos vemos obligados a afirmar que la operación humanitaria declarada por las autoridades de Kiev fue interrumpida cínicamente, nadie usó el corredor indicado».
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió reunirse con los presidentes de Rusia y de Ucrania. Naciones Unidas confirmó que Guterres envió cartas a los mandatarios donde pidió ser recibido en Moscú y Kiev para discutir los “pasos urgentes para llevar la paz a Ucrania” y «el futuro del unilateralismo basado en la Carta de las Naciones Unidas y la ley internacional».
Seguí leyendo:
Fuente: Página 12