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Ocho de cada cien personas que viven en las Américas tiene diabetes

La prevalencia de esta enfermedad crónica se estima en 8,3%, con sólo una pequeña diferencia entre hombres (8,5%) y mujeres (8,1%); y según el informe, en la Argentina se ubica entre 9 y 10% de manera general. 

El 8,3% de la población de la Américas tiene diabetes, según informó este viernes un estudio presentado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que advirtió que esta enfermedad crónica -que genera complicaciones en diferentes partes del cuerpo como ojos, pies, riñones y corazón- incrementa cada año su prevalencia y es una importante «causa de muerte y discapacidad» en la región.

El informe, presentado por el organismo internacional a tres días del Día Mundial de la Diabetes, destacó que a nivel mundial, la prevalencia de la enfermedad casi se duplicó en más de 30 años, pasando de 4,7% en 1980 al 8,5% en 2014, lo que refleja un aumento en el número de personas que viven con diabetes de 108 millones a 422 millones.

En las Américas, la prevalencia se estima en 8,3%, con sólo una pequeña diferencia entre hombres (8,5%) y mujeres (8,1%); y según el informe, en la Argentina se ubica entre 9 y 10% de manera general.

Telam SE

«En las Américas, la situación es más grave que a nivel mundial. En 2016, la prevalencia del sobrepeso en adolescentes de ambos sexos alcanzó el 31,7%, casi el doble de lo observado globalmente, aumentando 32,1% con relación a 2000 (24,0%)», indicó el trabajo.

Estados Unidos tiene la mayor prevalencia de sobrepeso a nivel país, tanto en hombres (fue de 43,3% en 2016 y de 35,8% en 2000) como en mujeres (39,1% y 34,3%); en tanto que la Argentina tiene la segunda tasa más alta en la población masculina (38,6% y 28%), y Chile (35,5%) y Canadá (27,6%) ocupan la tercera posición en 2016 y 2000, respectivamente.

«En la Región de las Américas, las ENT, principalmente las cardiovasculares, el cáncer, diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas- son responsables del 81,3% de todas las muertes», describió el informe.

Y detalló que «en 2019, la diabetes fue la causa subyacente de 284.049 muertes, equivalente al 4% del total.

Otra de las variables que analizó el organismo fueron los años de vida saludable perdidos por una discapacidad provocada por diabetes, que se duplicaron en todo el mundo en las últimas dos décadas; un patrón que se mantiene en las Américas, donde para 2019 representó la segunda causa precedida solo por el dolor de espalda y cuello.

La actividad física insuficiente es otro factor de riesgo importante y en esta variable el organismo detectó que casi el 40% de la población en las Américas no realiza actividad física suficientes; mientras que entre los adolescentes el porcentaje alcanza al 80,7%.

En relación a la hipertensión, que a menudo ocurre junto con la diabetes tipo 2, la prevalencia en la región entre adultos fue del 17,6 % en 2015 y fue mayor en hombres (20,3%) que en mujeres (14,8%).

En tanto que el porcentaje de la población de 15 años y más que utiliza actualmente productos de tabaco (fumado y/o sin humo) varía según el país del 5,7% al 44,7%; y en los adolescentes, las tasas también fluctúan entre 6,9 % y 25,3 %.

La diabetes y su relación con la Covid-19

En referencia a la Covid-19, el trabajo señaló que «la evidencia internacional muestra que las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de desarrollar enfermedad grave de Covid-19«, a la vez que «la pandemia ha tenido un enorme impacto en términos de la continuidad de los servicios de salud esenciales para las enfermedades no transmisibles».

Finalmente, el organismo señaló que «abordar con éxito la enorme y creciente carga de las ENT y sus factores de riesgo requiere implementar y evaluar políticas nacionales multisectoriales basadas en evidencia, programas y planes. Hay planes para la diabetes en la mayoría de los países de las Américas, y los servicios de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes se reportan como generalmente disponible en todos los países de las Américas».

«Sin embargo, las grandes brechas en el acceso y la utilización conducen a tasas generalmente altas de diabetes no diagnosticada, mal control y complicaciones», concluyó.

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