Finalizó la reunión durante la jornada del lunes en las cuales referentes y funcionarios de Nación, provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires analizaron el aumento de casos de covid-19.
Esta fue una reunión de evaluación e intercambio de información para analizar distintos escenarios sanitarios y epidemiológicos para tomar medidas por el aumento rápido y sostenido de casos, afectando lo menos posible la recuperación de la economía y el cuidado de la salud de los argentinos.
Participaron del encuentro los jefes de gabinete de Nación, Provincia y Ciudad: Santiago Cafiero, Carlos Bianco y Felipe Miguel; y los ministros de Salud de esos distritos: Carla Vizzotti, Fernán Quirós y el viceministro bonaerense Nicolás Kreplak.
Todo proseguirá el martes, a las 14, cuando Cafiero recibirá en su despacho de la Casa Rosada a los mismos participantes para definir medidas a implementar.
Por su parte, los ministros de salud de todas las provincias, en su reunión del COFESA (Consejo Federal de Salud), coincidieron que la segunda ola es un hecho y que hay que tomar medidas en base a la experiencia acumulada en la gestión de la pandemia durante el año pasado.
Hasta el 9 de abril está vigente la actual normativa (DNU), donde se destacan los indicadores de riesgo por cada jurisdicción de todo el país.
Las medidas
Son varios los escenarios que se analizan por la evolución sostenida de casos de coronavirus en todo el territorio nacional.
Uno de ellos es que, a partir del 9 de abril se tomen algunas medidas restrictivas, pero no del calibre de las que se tomaron el año pasado, cuando el país quedó en Fase 1.
El gobierno porteño quiere achicar los márgenes de circulación lo menos posible, intentando que el impacto sobre la actividad comercial sea el menor. Una de las medidas en análisis en la restricción nocturna. Evitar que la gente se mueva durante la noche, lo que implica un golpe a los locales gastronómicos. Por eso las dudas persisten. Sobre todo, en territorio porteño.
Hasta ahora, la medida más probable será la restricción de la circulación nocturna, aunque aún no se sabe a qué hora comenzará: algunos funcionarios pretenden que el corte sea a las 0 horas, mientras que otros quieren que el toque de queda comience a las 22 horas y que se extienda hasta las 6 de la mañana.
Otra de las medidas restrictivas que se analizan y que cada vez tienen más funcionarios a favor es la de prohibir las reuniones sociales y las actividades recreativas, como los deportes grupales amateurs y la apertura de los gimnasios. Por su parte, el fútbol profesional no se frenaría, aunque seguiría sin público en las canchas.
Otros de los puntos por los cuales hubo un principio de acuerdo es con las clases presenciales: continuarán y se aislarán las burbujas en caso de que aparezca algún caso positivo.
Fuente: El Día
