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¿Qué dijo Román tras el reto a los jugadores?

Fue una noche caliente en la Bombonera. Con una situación inédita, llamativa, explosiva. Tras la dura derrota contra Gimnasia, cuando los jugadores de Boca ya estaban subidos al micro para irse al hotel donde concentran, Juan Román Riquelme los hizo bajar a todos, los metió en el vestuario y hubo charla grupal.

La cumbre, según le dijeron a Olé, fue durísima. Y luego el vice, consciente del rebote que había tenido su accionar, habló de esa situación, al retirarse del Templo, donde por primera vez empezó a recibir algunos cuestionamientos de algunos hinchas. Pocos, pero suficientes para marcar cierto disconformismo con el presente futbolístico.

¿Qué dijo Román sobre lo que pasó en el vestuario entre él y sus jugadores? Dio su versión. Está claro que no iba a decir públicamente lo que les dijo en privado. Por eso, hay que leer sus declaraciones entre líneas. «Saludé a los jugadores. Han errado muchos goles, pero han hecho un gran gran segundo tiempo, la sacaron en la línea más de una vez, el arquero tapa una increíble a Almendra. Ya cuando pegó una en el palo (se refiere al remate de Agustín en el primer tiempo), dije ‘chau, hoy viene un día complicado’«, contó el vice ante los medios presentes, en el playón de la Bombonera, cuando se estaba por retirar en su auto particular después de que había pasado todo. 

El mensaje de Riquelme también es evidente en el aspecto futbolístico. No le gustó nada lo del primer tiempo. La actitud del equipo, los errores que cometió, cómo terminó esa etapa, desconcertado, descontrolado, al borde de perder el partido ahí mismo. El 10 bajó línea, marcó la cancha (y ahí también relegó en su autoridad a Battaglia, su propio DT), les dejó en claro que eso no puede volver a pasar el miércoles, en una final para Boca. Porque él mismo reconoció que que hay que clasificarse sí o sí a la Libertadores 2022. Y la Copa Argentina, hoy, es el camino más corto (en la tabla anual, hoy, está afuera).

«El primer tiempo no fue bueno, el segundo fue todo lo contrario, fue lo que queremos. Estamos agradecidos al hincha por el cariño y el apoyo que nos da. Esperamos más tiempo tener el segundo que tuvimos el miércoles. Fui a agradecer a los jugadores porque hicieron un esfuerzo muy grande», aseguró.

De ninguna manera Riquelme iba a blanquear lo que pasó puertas adentro. Por eso, políticamente, eligió el camino de la crítica futbolística. Que no deja de ser dura. Porque la hizo él como vice. Y no Battaglia como DT. En ese sentido, fueron sus gestos de fastidio durante el partido y su modo de entrar al vestuario, enojado, con bronca, disconforme, bajando a los jugadores del micro, las imágenes que también hay que leer.

La charla en el vestuario duró entre 15 y 20 minutos y, según pudo averiguar Olé, fue un monólogo de Riquelme, que no es la primera vez que se pone cara a cara con el plantel, de hecho ya lo había hecho en Ezeiza antes del cruce con River en Copa Argentina. «Fue durísima. Los zamarreó, les hizo ver que la obligación de Boca es jugar la Libertadores», contaron en el club.

«Los chicos están haciendo las cosas bien, han sumado mucho. Sabemos lo que representa la Copa Libertadores para nosotros nosotros y tenemos la obligación de clasificarnos por la Copa Argentina o por el torneo (se refiere a la tabla anual). El miércoles tenemos una final y esperamos hacerlo bien», plantó bandera el vice, en el mismo sentido.

Y hasta avisó cómo puede darse ese cruce contra Argentinos, en el que Boca se juega una verdadera prueba de fuego, que definirá mucho más que el año. Hasta la continuidad de Battaglia, claro… «Todos los partidos son complicados e importantes. Vamos a enfrentar a un equipo que pelea y corre mucho, no nos va a regalar nada. Si queremos estar en la final, vamos a tener que hacer lo que hicimos en el segundo tiempo», volvió a bajar línea, sobre lo que no le gustó del equipo, como si fuera el entrenador.

De Battaglia, claro, también habló. Pero habló, más bien, sobre una generalidad. Sin dar una opinión concreta sobre lo que le gusta o no del equipo que él eligió como apuesta hasta diciembre para reemplazar a Russo. «Está bien, está contento. Está en su club, la gente lo quiere, nosotros también. Cumple el sueño de toda su vida. Jugó en Boca, tuvo su despedida, ganó muchos títulos y ahora dirige al club. Está disfrutando mucho».

Algunas quejas por los refuerzos

El vice, cuando bajó al vestuario decidido a «retar» a «sus jugadores» escuchó en el camino algunas críticas de los hinchas, que le reclamaron por la falta de jerarquía de los refuerzos, algo que Boca viene sintiendo. Eso tampoco le cayó nada bien al 10, aunque no tuvo relación directa con su mensaje, que ya tenía en la cabeza apenas terminó el partido con el Lobo. De todos modos, muestra cierto disconformismo del hincha con el equipo, algo que antes, al jugarse sin público, no se podía percibir de manera presencial. La gente está preocupada porque a este Boca, en los partidos importantes, le cuesta estar a la altura.

Román, en ese todo futbolístico, habló también de la necesidad de descanso de los jugadores, a pesar de que todavía falten seis fechas del torneo y Boca se jugará el miércoles una final, en la que deberá entregar todo y más. «Quedan fechas en el torneo. Vamos a dar todo para clasificarnos. Contra Vélez el equipo estaba muy cansado. Fui futbolista. Entiendo que el hincha es fanático y quiere ganar todos los partidos. Pero tengo que pensar como futbolista y no es fácil jugar cada tres días», dijo, aunque no fue éste el caso. Boca seis días de entrenamiento entre el partido en Liniers y el del sábado, en la Bombonera. Recién ahora volverá a jugar entresemana.

En ese punto, se quejó de que la Liga haya autorizado al Bicho a jugar un día antes y llegar así con mayor descanso a la semi del miércoles en Mendoza. «Es lo que nos acostumbramos este semestre. Cuando pedimos jugar contra San Lorenzo, la Liga dijo que no se movía la fecha. Lo saben todo. Pero el presidente de Argentinos logró que se mueva un día. Igual, confiamos en el equipo que tenemos», ironizó.

Luego, eso sí, destacó que el equipo se metió en la pelea por las Copas cuando en un momento estaba lejos. «Esperamos poder hacer el miércoles lo que hicimos en el segundo tiempo: atacamos, erramos muchos goles… Eso es lo que tenemos que hacer cada partido. Estoy contento con lo que hicieron los muchachos. Hace seis fechas estábamos muy lejos, hoy estamos casi igual que los que clasifican. Uno miraba y veía complicada la tabla general, teníamos a Racing, Independiente, Estudiantes, Lanús que pelea el torneo, delante nuestro. Vélez sumó mucho el torneo pasado. Lo veía bastante complicado. Hoy depende de nosotros…», avisó.

Fuente: Olé

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