La final de la Supercopa 2021 se hizo esperar. Ya se adivina con solo ver el año a la que corresponde en una final que se jugó un año después y marcó el título de Quimsa, que en Obras venció 88-69 a San Lorenzo para ganar el torneo (a un partido) que no se jugó en el 2019 y el 2020 por culpa del Covid-19, y en las anteriores ediciones (2017 y 2018) viajó para Boedo.
Es que San Lorenzo fue el dueño prácticamente de las últimas cinco temporadas, pero como se quedó sin billetera, su calidad bajó, aunque bastante buena Liga Nacional está desarrollando con un plantel joven que ganó 9 de 17 y estuvo golpeado por el coronavirus.
Lucas Pérez hizo un buen segundo cuarto para San Lorenzo. (La Liga)
La Fusión consiguió una especie de revancha ante el pentacampeón de la Liga Nacional, que le había ganado la final de la Liga 2021 en cinco partidos. Pero la coyuntura marca que los santiagueños hoy están en otro nivel, demostrado en la marca de 14 triunfos en 17 partidos ligueros, con cinco éxitos de manera consecutiva, que los ubica en la punta del torneo.
El partido quedó muy claro de entrada. Aprovechando su predomino en el tablero, Quimsa iba a llevar la pelota hasta la pintura y San Lorenzo, tratar de prosperar con el lanzamiento externo. Así, La Fusión logró sus primeros diez puntos, sumados a un triple de Cosolito, se puso 13-5 (6-0 en rebotes), lo cual obligó al tiempo muerto de Castiñeira. El DT del Ciclón pidió más actitud, y lo terminó salvando Pérez Tapia, con 11 tantos en el cuarto y 4-4 de cancha (3-3 en triples). Acevedo había embocado 9 (3-4 y 1-1) para Quimsa.
Acevedo, otro interno que lastimó en Quimsa (La Liga).
¿Qué pasó en el segundo? De estar nueve abajo, San Lorenzo apretó mucho más en defensa y creció el tiro de Lucas Pérez (10). Quimsa, de mayor plantel, aprovechó a rotar pero se durmió, hasta Anderson falló dobles hechos. Una antideportiva de Brussino y técnico al DT Castiñeira generó siete puntos para el Cuervo, que hasta pasó al frente. Tres libres de Baralle le devolvieron la delantera a Quimsa (45-44) al descanso.
El tercer cuarto dependió del jugador más influyente del partido, por sus apariciones o desapariciones. Cuando él, Anderson, aflojó, Sandes se hizo importante en la pintura, al punto de sumar 14 y ser clave en la producción de San Lorenzo. Pero cuando volvió a la cancha… el pivote yanqui (goleador con 21) la rompió con 13 puntos en el parcial y defensas inapelables. Por eso, por la defensa, porque Acevedo también se unió a su compañero interno, y porque la media cancha del Cuervo no aportó (solo tres puntos de Pérez Tapia), Quimsa logró un parcial definitivo de 25-7 para ponerle las primeras letras a la palabra campeón.
En el último cuarto, San Lorenzo hizo lo que pudo, o lo que sus energías lo dejaron, pero el daño estaba hecho. Por Anderson, para que festejara Quimsa.
Fuente: Olé
