Rusia anuncia la toma de Mariupol, pero Ucrania insiste en que la ciudad sigue bajo su control

Rusia anunció la toma de Mariupol y descartó tomar por asalto la planta metalúrgica de Azovstal, el último reducto de los defensores ucranianos de la ciudad portuaria, mientras que Kiev asegura que la urbe «sigue siendo ucraniana». Moscú le prohibió ingresar en su territorio a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y al presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, así como a decenas de personalidades estadounidenses y canadienses, en represalia a las sanciones impuestas por los países occidentales. Mientras tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la suspensión de Rusia como observador permanente en el organismo.

«La misión es un éxito»

«Mariupol se encuentra bajo el control del Ejército ruso y las milicias de la república popular de Donetsk. Y el territorio de la planta de Azovstal con el reducto de los nacionalistas y mercenarios está bien bloqueado», dijo el ministro de Defensa ruso Serguei Shoigú, al presidente ruso, Vladimir Putin, quien consideró: «El fin de la misión de combate para la liberación de Mariupol es un éxito».

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó sin embargo que «todavía no hay pruebas de que Mariupol haya caído por completo» en manos rusas y aseguró que Putin «nunca tendrá éxito» en la ocupación de Ucrania. En la misma línea Vadym Boychenko, el alcalde de la castigada ciudad, destruida casi en su totalidad tras seis semanas de asedio, aseguró que Mariupol «sigue siendo ucraniana».

Una victoria incompleta

El anuncio ruso se produce dos semanas antes del «Día de la Victoria» que conmemora cada nueve de mayo la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial por parte del Ejército Rojo. Esto lo predijo la inteligencia británica este jueves al afirmar horas antes que «Rusia probablemente desea mostrar éxitos importantes antes de las celebraciones del Día de la Victoria». Londres remarcó que ello «podría influir en la rapidez y la fuerza de las operaciones rusas de cara a esta fecha».

En lo que sería el primer gran éxito en la campaña militar rusa en Ucrania, el ministro Shoigú admitió que la toma no es absoluta, ya que más de dos mil soldados ucranianos, mercenarios y combatientes del batallón ultranacionalista Azov resisten aún en la zona industrial de la planta metalúrgica Azovstal, además de unos mil civiles, según las autoridades de Ucrania.

Kiev temía un ataque final que redujera a cenizas la planta, pero Putin ordenó cancelar la orden de asalto a la fábrica. «No hay necesidad de meterse a estas catacumbas y arrastrarse en el subterráneo por esas instalaciones industriales», sostuvo el mandatario ruso, al advertir las bajas entre los soldados rusos que supondría el asalto a una zona fortificada como esa. Oleksiy Arestovych, asesor del presidente ucraniano Volodmir Zelenski, consideró que la declaración del líder del Kremlin «significa que el Ejército ruso no está en condiciones físicas de tomarla, ya que sufrirían inmensas bajas».

Pocas horas después del anuncio de la toma de Mariupol, el canal de televisión Zvezda, perteneciente al ministerio de Defensa de Rusia, publicó un video del movimiento de parte de las tropas rusas que combatieron en esta ciudad rumbo a otras zonas del frente. En el nordeste del país, las fuerzas prorrusas de Lugansk llegaron a la frontera de la vecina región ucraniana de Jarkov y tomaron la ruta estratégica que une las ciudades de Statovo y Kupiansk, según autoridades locales.

Antón Gueráschenko, asesor del ministro del Interior ucraniano, aseguró que su país fundó una organización dedicada a asesinar a los militares rusos y a residentes locales que colaboren con ellos en territorios ucranianos bajo el control de Moscú. Durante una entrevista con el canal Ukraína 24, el funcionario aseguró: «Ya tenemos un montón de gente lista para matar a los ocupantes, incluso son conscientes de que ellos mismos pueden enfrentar una muerte muy difícil. Nuestro ‘Mossad ucraniano’ ya está funcionando«.

Nueva ayuda militar de EEUU

Mientras Moscú refuerza sus posiciones al norte, Ucrania recibe de la ayuda de los países occidentales. El presidente Joe Biden anunció una nueva ayuda militar de 800 millones de dólares, un paquete que incluye «armas de artillería pesada, decenas de obuses, 144 mil municiones y drones», según Washington. Estados Unidos también propuso una asistencia económica adicional de 500 millones de dólares para permitir a Ucrania mantener el funcionamiento del gobierno, informó un funcionario del Tesoro.

Para compensar las pérdidas económicas causadas por la guerra, Ucrania necesita «alrededor de siete mil millones de dólares» mensuales, dijo el presidente Zelenski. En tanto el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció en Kiev que un barco de la armada española zarpó con destino a Polonia con «200 toneladas de munición moderna». El barco lleva también «30 camiones, varios vehículos especiales de transporte pesado y diez vehículos pequeños cargados con el material militar que se trasladará a Ucrania», detalló Sánchez. 

La OEA apuesta por aislar a Rusia

El Consejo Permanente de la OEA aprobó este jueves suspender a Rusia como observador permanente, en castigo por la invasión de Ucrania y en una apuesta por aislar aún más a Moscú en el plano internacional. Reunido en un encuentro extraordinario, que tuvo un formato híbrido, el Consejo Permanente de la organización, con sede en Washington, dio luz verde a una resolución contra Rusia con 25 votos a favor, cero en contra, ocho abstenciones y una ausencia.

Las abstenciones fueron de Honduras, México, El Salvador, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Argentina, Bolivia y Brasil. La ausencia fue de Nicaragua. La suspensión tiene efecto inmediato y se prolongará «hasta que el gobierno ruso cese sus hostilidades, retire todas sus fuerzas y equipos militares de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas y vuelva a la senda del diálogo y la diplomacia», señala el texto de la resolución.

Rusia prohíbe el ingreso al país de Harris y Zuckerberg

Por su parte Rusia prohibió el ingreso al país a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y al dueño de Facebook, Mark Zuckerberg, junto con decenas de reconocidos ciudadanos estadounidenses y canadienses, como represalia por las sanciones que le impusieron a raíz de la ofensiva militar. El ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que las restricciones de viaje a 29 estadounidenses y 61 canadienses, que también incluyen a funcionarios de Defensa, líderes empresariales y periodistas de ambas naciones, estarán vigentes indefinidamente.

La lista de Estados Unidos incluye al presentador televisivo de ABC News George Stephanopoulos; al columnista del Washington Post David Ignatius; y al editor del sitio de noticias Meduza, centrado en Rusia, Kevin Rothrock. También figuran el portavoz del Pentágono, John Kirby; la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks; y el vocero del Departamento de estado, Ned Price. La nómina rusa agrega a los que están «directamente implicados en el desarrollo, el establecimiento y la aplicación del rumbo rusófobo del régimen gobernante en Canadá».



Fuente: Página 12

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