Tras registrar récord de caudales en octubre y noviembre, producto del fenómeno «Niño», el río comienza a estabilizarse en valores cercanos a los de evacuación normal, estimados en 12,5 y 12,2 metros para Concordia y Salto respectivamente.
La tendencia a la baja se debe a que las lluvias de las últimas semanas han sido menores que las registradas durante el pico de la crecida. Esto permitirá que el nivel del embalse se acerque paulatinamente a su marca máxima normal en los próximos diez días.
Si bien la crecida histórica por su larga permanencia parece acercarse a su fin, desde el área advierten que las condiciones propicias para lluvias importantes perdurarán hasta fin de verano, debiendo mantenerse alerta.
Desde Salto Grande monitorean en forma constante la evolución de la cuenca para alertar a tiempo a las autoridades locales ante posibles nuevas subidas. El agua continúa retirándose de las zonas anegadas, volviendo el cauce del río a la normalidad.
