Search
Close this search box.

Santiago Cáseres no sueña con la Selección

Debutó en Primera en una de las épocas más oscuras de la historia de Vélez y un puñado de partidos le bastaron para transformarse en pilar y referente del equipo que lo salvó del descenso. Muy joven saltó a Europa, donde compitió con los mejores del mundo, y tras un breve paso por el fútbol mexicano regresó al club de Liniers, al cual define como su casa.

Santiago Cáseres es sinónimo de sentido de pertenencia, perseverancia y sacrificio. Y en charla con Olé, habló de todo: el primer semestre del Fortín, el sueño de la Copa Libertadores, sus experiencias en el exterior, la anécdota con Messi y el tema de los contratos en Vélez. Además, un imperdible testimonio, con enseñanza incluida, ligado a una condición física que le impidió destacarse en Inferiores y con la cual lucha hasta el día de hoy.


Santi Cáseres, un guerrero adentro y afuera de la cancha. Foto: Pool vía REUTERS/Juan Mabromata

SUS COMIENZOS Y EL PROBLEMA FÍSICO QUE LO ATORMENTABA

– Llegaste muy chiquito a Vélez y, curiosamente, al principio no jugabas. ¿A qué se debía eso? Sos categoría 97’, la de Matías Vargas, Miguel Brizuela y Lucas Robertone, entre tantos otros. ¿Era mucha la competencia?

– Sí, eso pasa y a mí me pasó. Muchos de los que ves hoy en Primera o en Europa, en Inferiores no suman minutos. A veces es la falta de continuidad, de maduración o el tema físico. Yo empecé a sumar minutos recién en sexta división. Ahí encontré un entrenador que se fijó en mí y me dió la posibilidad de jugar. Poco a poco, trabajando, se dió mi llegada. En cuarta jugué unos meses y salté a Reserva, donde tampoco jugué mucho porque enseguida pasé a Primera.

– Siempre se habló de una tendencia tuya a engordar de chico, otro de los motivos por los cuales no tenías tanto rodaje. ¿Cómo era eso? ¿Lo superaste definitivamente?

Tal cual, la genética no me acompaña y es por eso que hasta el día de hoy tengo que entrenar doble turno, el triple, cuidarme mucho en las comidas, no darme permitidos ni relajarme mucho porque enseguida, por mi composición física, tiendo a engordar muy rápido. De chiquito lo sufría muchísimo porque me impedía jugar. No estaba bien físicamente. Sin embargo, cuando entendí que podía llegar a Primera entré en razón e hice un esfuerzo muy grande por mantenerme en peso y mostrar mi mejor versión. Igualmente, hoy con 24 años siento que cada vez me cuesta más y el esfuerzo es mayor.

– Decís que te sigue costando pero en la cancha se te ve correr como loco…

– Cuando pegué el estirón, a los 15 o 16, no tuve más problemas. Pero más tarde, cuando mi cuerpo maduró y se estableció, volvieron: sufrir mucho en los partidos, tener que entrenar doble turno… Si me dan vacaciones, engordo muy rápido y pierdo el estado físico, porque el peso no es lo único que me complica. Es una lucha día a día.

– Hablaste varias veces de un entrenador que te ayudó a dar el salto en Inferiores, ¿quién fue ese DT?

– Tuve varios técnicos que me ayudaron mucho, pero el más significativo en relación al cambio físico fue Guillermo Morigi. Cuando lo tuve, venía de no jugar, relegado por estas condiciones y él, el primer día de pretemporada, me dijo que la batalla era contra mi cuerpo, que tenía que ser profesional las 24 horas. Ahí hice un click. Monarriz fue otro importante porque me dio la posibilidad de jugar en AFA por primera vez.

– Es muy común ver pibes con grandes condiciones abandonar el fútbol en Inferiores porque no les toca jugar seguido. Vos, por el contrario, sos un claro ejemplo de perseverancia en ese sentido: jugabas poco y sin embargo te quedaste a pelearla. El premio está a la vista… ¿Qué mensaje le dejarías a esos chicos que quizás no tienen esa convicción y voluntad que vos mostraste?

Cada persona lucha con un fantasma diferente, el mío fue pelear contra mis propias limitaciones. La clave en mi caso fue la constancia, no bajar los brazos ni rendirme. Por supuesto, apoyarme en la familia y dejarme acompañar por la gente que uno quiere me ayudó también. Obviamente, hay una cuota de fortuna que interviene, pero, más allá de eso, la convicción y el optimismo son fundamentales. Hay que creer en uno mismo y en esa luz de esperanza que se ve al final del camino. Yo viví días muy grises y de un momento para otro estaba adentro de una cancha cumpliendo un sueño que para mí era inalcanzable

SU DEBUT EN VÉLEZ Y LOS TÉCNICOS QUE LO MARCARON

– Te tocó debutar en un Vélez completamente distinto a este, peleando el descenso y con un equipo repleto de pibes. Hoy, por el contrario, están jugando la Copa Libertadores e hicieron un muy buen campeonato. ¿Qué aprendiste de ese momento? ¿Sentís que haber debutado cuando las papas quemaban te hizo madurar más rápido?

– Uno va desarrollando la personalidad de a poco. En el momento que me tocó debutar, lo hice con varios chicos: Nico Domínguez, Mancuso, Robertone, el Mono Vargas. Éramos muy parecidos, todos la peleamos de abajo y nada se nos hizo fácil. Cuando nos tocó entrar de la mano de Omar (De Felippe), que confió ciegamente en nosotros, él hizo que, pese a la situación, todos sintamos un gran alivio. Tratamos de mantener a Vélez en Primera. No fue fácil porque el club atravesaba un momento muy oscuro, diferente a lo que es hoy. Sin embargo, para mí todo era color de rosa porque, al margen de las circunstancias, estaba cumpliendo mi sueño de debutar en un club grande de Argentina. Lo único que quería era ayudar a mi familia y mostrarme para que mis viejos me vean jugar. Logramos cosas muy lindas y eso se vio reflejado cuando muchos chicos se fueron por la puerta grande.

Santi en sus comienzos. Foto: Prensa Vélez

Santi en sus comienzos. Foto: Prensa Vélez

– Nombraste a Morigi como el DT que te ayudó en Inferiores. ¿Y en Primera, quién te marcó?

– Cada DT te deja algo. Nadie es perfecto y las cosas negativas también tienen que pasarte. A Omar voy a estarle eternamente agradecido porque tuvo la personalidad y la confianza en mí para hacerme debutar en un momento muy oscuro donde se quemaban muchos jugadores. Cuando se fue Omar yo creí que no podía venir alguien tan bueno, pero llegó Heinze y cambió todo. Gabriel hizo algo increíble con un plantel joven, sin experiencia, en un momento muy malo. Heinze cambió la historia en los últimos años y posicionó a Vélez en lo más alto. Gran parte de la evolución de Vélez, al igual que la mía personal, se debe a él. Ellos dos son los que me marcaron en Primera.

– Alguna que otra vez, pese a estar en un gran nivel, Heinze te dejaba fuera de la lista de concentrados, lo que en aquel entonces llamaba mucho la atención. ¿A qué se debían esas decisiones?

– Nada puntual. Es un técnico muy detallista, muy correcto. Un enfermo por el trabajo que se dedica 100% al jugador. En su momento yo era un joven de 20 años y no entendía muy bien lo que era formar parte de un plantel profesional. Fueron detalles que terminé entendiendo el día que me tocó irme a Europa. Lo charlé con él y me decía que, por mi potencial, me estaba preparando para cosas más grandes. Me marcaba el terreno para que no me relajara.

SU VUELTA AL FORTÍN: ¿SE QUEDA DESPUÉS DE DICIEMBRE?

– Antes de que vuelvas a Vélez se habló mucho de una posibilidad en San Lorenzo y del interés de River y Boca. ¿Rechazaste ofrecimientos concretos?

– Nadie se comunicó conmigo explícitamente, pero varios clubes grandes hablaron con mi representante. Igualmente, yo decidí darle la prioridad al club y volver en un momento muy duro: no podía salir de un departamento 2×2, no estaba cómodo y me agoté psicológicamente. Sabía que en algún momento iba a volver y estoy muy feliz de estar acá, cerca de mi familia y sintiéndome importante en el grupo. Si no se dio antes fue porque yo no tenía intenciones de regresar al país, y se verá lo que venga más adelante…

– Volviste siendo muy joven, luego de un gran salto a Europa. ¿Vivís esto como algo pasajero o, por las razones que nombrás, te gustaría quedarte un tiempo más en el club si se da?

– Yo siempre lo dije y la gente sabe que esto es algo pasajero. Mi préstamo vence en diciembre y más allá de sentirme importante acá, mi idea es volver a Europa. Yo quería volver en un gran nivel y ojalá pueda irme tranquilo, sabiendo que dejé todo.

– Cuando muchos medios daban tu vuelta a Vélez como un hecho vos saliste a aclarar desde las redes que no era así y que te encontrabas viendo a donde ir. Entre otras cosas, se dijo que dudabas porque no querías venir a Vélez mal desde lo físico y usarlo como gimnasio…

– Es 100% real. En su momento me molestó un montón porque más allá de la gente que tiraba buena vibra, muchos decían que venía a recuperarme seis meses para volverme a Europa y esa nunca fue mi idea. Es más, lo primero que le dejé en claro a los dirigentes cuando se comunicaron conmigo fue que si yo volvía iba a hacerlo de la mejor manera, por respeto al club, a quienes me contratan y, fundamentalmente, a la gente. Tengo un gran cariño por Vélez y haber vuelto para usar el club como una enfermería hubiese sido muy irrespetuoso. Sé que estoy muy bien y eso me deja tranquilo.

SU PASO POR EL EXTERIOR: ESPAÑA Y MÉXICO

– ¿Por qué no pudiste asentarte en España? El primer año jugaste muchos partidos pero terminaste yéndote a préstamo.

 – Cuando llega un juvenil a Europa, lo más lógico es que le den un tiempo para que se adapte. Lo mío fue todo al revés: empecé a jugar de golpe, el primer año sumé casi 40 partidos y me sentí muy bien ahí en Villarreal. Después de la pretemporada, el técnico cambió de idea y el club apuntó a otra cosa, por eso me fui a México. Hay cosas que no tienen mucha explicación

El mediocampista, con la casaca del Villarreal. Foto: ANDY BUCHANAN / AFP

El mediocampista, con la casaca del Villarreal. Foto: ANDY BUCHANAN / AFP

– ¿Y en México? ¿Cómo fue esa experiencia?

– Decidí ir a México por un tema del lenguaje y por varios compañeros que me contaban lo que era el fútbol ahí. Cuando llegué al América estaba muy contento porque había firmado con un club muy grande, pero después, con la pandemia, se me hizo larguísimo el año. Estaba lejos de la familia, no me fue bien futbolísticamente porque no estaba bien desde lo físico y me costaba la altura. Por eso sentí que la mejor forma de volver a conectarme con el fútbol era volviendo a Vélez. Ser futbolista no es solo entrenar las piernas. Yo no estaba bien desde lo mental, por eso no me salieron las cosas y me costó un montón. Fue insostenible.

Cáseres en América. Foto: EFE/ David Martínez Pelcastre

Cáseres en América. Foto: EFE/ David Martínez Pelcastre

LA ANÉCDOTA CON MESSI Y SUS REFERENTES DENTRO DE LA CANCHA

– Hace un tiempo dijiste que jugabas a la Play y elegías a Messi, y de un momento para otro te tocó enfrentarlo. ¿Qué significó eso para vos teniendo en cuenta que el DT de Villarreal te pone en cancha para marcarlo a los dos minutos que le toca entrar a él? (Iba ganando Villarreal y Messi entra y hace un golazo).

– Fue muy loco jugar con Messi y todas las figuras del Barsa. Me tocó enfrentarlo dos veces, una en un Camp Nou a reventar, y fue increíble. Jamás pensé llegar a ese extremo. Tuve que marcar a Messi y sentí que lo hice bien, que tuve un buen papel. Cuando caés en donde estás parado, no podés creer lo que está pasando. Cuando jugamos de local, la segunda vez, entra él y nos hace un gol sobre la hora, empatando el partido sobre el final. Hubiera sido increíble colgarme una victoria contra el Barcelona pero, lamentablemente para mí, ese día estuvo el enano que ya sabemos todos lo que es. Más allá de las imágenes, todo queda grabado en la mente.

Uno de los enfrentamientos entre Cáseres y Messi. (AP Photo/Manu Fernandez)

Uno de los enfrentamientos entre Cáseres y Messi. (AP Photo/Manu Fernandez)

– Alguna vez dijiste que cuando terminó ese partido no te acercaste a hablarle por la bronca que tenías: ¿siempre fuiste calentón?

– No es solo la bronca, suelo ser muy tímido a la hora de acercarme y no me gusta molestar. Entiendo que son jugadores sobrepasados de fama. Solamente lo saludé antes del partido y lo tomó muy bien. Al final, con la bronca de que nos hayan empatado sobre la hora, no se me ocurrió pedirle la camiseta o una foto.

– ¿Mirás fútbol de afuera? ¿Qué equipos te gustan?

– Siempre me gustó la escuela del Barsa y, hoy en día, como juega el Manchester City. Quiero que triunfen los que proponen porque, quieras o no, son los que dan el espectáculo día a día, tratando de jugar lindo con la pelota al piso.

– ¿Un jugador con el que te identifiques?

Me gustan mucho Busquets, Toni Kroos y Modric. Ellos fueron siempre mis referentes, jugaba en la Play con ellos. Haber podido enfrentarlos fue estupendo.

SEGUNDA ETAPA EN VÉLEZ: PELLEGRINO, EL PLANTEL Y LOS CONTRATOS

– ¿Y alguno que cuando volviste a Vélez te sorprendió por cómo jugaba?

Cuando volví sabía que iba a tener competencia. Me encontré con un nivel muy alto: Agustín Mulet, Pablo Galdames, Ricky Álvarez, Mancuello, Poblete y todos los que juegan en el mediocampo de Vélez están en un nivel altísimo. Eso hace que progresemos y nos esforcemos más y más en cada entrenamiento.

– Tenés 24 años, sos joven pero no tanto, y encima tenés experiencia. Vélez tiene un plantel que se caracteriza por una enorme particularidad: tenés muchos jóvenes con muy poca experiencia y, en contrapartida, gente de muchísima trayectoria. Vos quizás estás en el medio, ya pasaste por clubes y ligas importantes, algunos compañeros tuyos cuentan que los aconsejás y les marcás cosas, pero no dejás de ser un chico de 24 años. ¿En qué lugar te sentís?

– Me siento en un punto intermedio. En algunos aspectos siento que soy chico y que tengo que aprender mucho de los más grandes. Por otro lado, siento que los más chicos me ven como una persona más grande, con algo de trayectoria, por eso trato de estar ahí con ellos y ayudarlos. Madurar rápido en el fútbol es importante. Trato de aportar desde el lugar que me toca.

– Desde afuera se ve un grupo muy unido, ¿es así como se percibe?

El grupo es muy unido, yo llegué con el torneo ya arrancado y me recibieron muy bien. Me sentí cómodo rápidamente.

– Cuando llegaron, tanto Mancuello como Lucero dijeron que Pellegrino les habló de Vélez como su casa. ¿Cuánto tiene que ver él en todo esto?

– Mauricio es una persona muy correcta y educada que trata de mantenernos unidos.

Pellegrino, un emblema de Vélez. Foto: Prensa Vélez.

Pellegrino, un emblema de Vélez. Foto: Prensa Vélez.

– ¿Les inculca el sentido de pertenencia?

Pellegrino es el reflejo de la historia de Vélez. Él, por haber estado en la época gloriosa del club y haber ganado lo que ganó, te hace entrar en razón de lo grande que es Vélez a nivel nacional y continental. Eso se complementa perfecto con los chicos del plantel.

– A Pellegrino se lo vio molesto con el tema de los contratos. ¿Qué pensás sobre los que se van libre? ¿Cómo viven eso en el vestuario?

– En el tema dirigencial no me voy a meter. Cada uno sabe cómo resolver el aspecto contractual. Lo que sí te puedo destacar es la labor de los chicos, porque siempre estuvieron comprometidos y brindándose al 100% para respetar a la institución y el contrato hasta el final.

CÁSERES SOBRE LA JERARQUÍA…

– Hay un comentario permanente por parte de la gente de Vélez -no toda pero se ve y se lee mucho- que habla de un equipo “sin jerarquía”. ¿Cuál es tu opinión respecto a eso?

Vélez tiene dos planteles en uno, dos equipos enteros formados por jugadores que podrían jugar en cualquier club. Están todos en un nivel altísimo. Además, tiene algo que ningún otro club de Argentina tiene: la cantera. Es una parte clave de la institución que le está dando frutos importantísimos y es por eso que el club debe cuidarla muchísimo. Por momentos la gente confunde jerarquía con tener gente de mayor edad y recorrido en el plantel y, muchas veces, la jerarquía no viene por ese lado. La jerarquía se consigue bancando a los chicos del plantel. La jerarquía está, es cuestión de pulirla para que los títulos lleguen.

LA ELIMINACIÓN DE LA COPA DE LA LIGA

– Luego de perder con Racing escribiste unas palabras en tu Instagram resaltando la entrega del equipo vs la Academia. ¿Creés que estaban para ser campeones de la Copa de la Liga?

Fue una de las derrotas más duras que me tocó vivir. Quedamos afuera injustamente, siendo primeros en la Zona, sintiendo que ese campeonato estaba a la vuelta de la esquina y convencidos de que podíamos conseguirlo, pero todos sabemos que el fútbol no es merecimiento. Hicimos un buen partido y fue durísimo quedar afuera por penales.

A veces la gente quiere todo en el momento, pero hay que bancar los procesos. Venimos de años muy malos, de estar en el fondo de la tabla, y hoy estamos muy bien posicionados.

LA COPA LIBERTADORES Y EL SUEÑO FRUSTRADO DE LA SELECCIÓN

– Respecto a la Libertadores: estuvieron en uno de los grupos más difíciles, arrancaron perdiendo los dos primeros partidos y terminaron clasificando una fecha antes. ¿Sentís que pueden ganarla?

En la Copa Libertadores tenés que ir partido a partido, no podés adelantarte ni mirar más allá. Logramos el primer objetivo, pasar de ronda, y a partir de ahora tendremos que hacer lo mejor posible en los ida y vuelta. Hay una cuota de suerte, no es solo jugar bien al fútbol. Nos tocó una fase de grupos muy difícil y pudimos sacarla adelante.

Vélez enfrentará al Barcelona de Guayaquil por los octavos de final de la Copa. El 14/07, la ida en Liniers.

Vélez enfrentará al Barcelona de Guayaquil por los octavos de final de la Copa. El 14/07, la ida en Liniers.

– ¿Soñás con la Selección?

No sueño con la Selección, es algo que quedó a un costado. Hoy en día la Selección atraviesa un momento espectacular y tiene chicos que están en un gran momento. Si no se me dió estando en el Villarreal, donde me encontré con mi mejor versión en un gran club, por ahí ya no va a tocarme. De todas maneras, disfruto el día a día y no pienso en lo que puede llegar a venir.

LA RELACIÓN DE SANTI CON EL HINCHA DE VÉLEZ

– Y Vélez, ¿qué significa en tu vida?

Vélez es el club que quiero. Me formó y voy a estar eternamente agradecido por eso. Además, le agradezco a la gente por recibirme tan bien y hacerme sentir cómodo, algo que no es fácil de conseguir hoy en día. En Vélez me siento realizado, no puedo pedir más, solo agradecer e intentar cerrar esta segunda etapa en el club de la mejor manera.

– Un mensaje para el hincha de Vélez…

– Al hincha le pedimos que siga creyendo en los proyectos de este club, que está acostumbrado a pelear cosas importantes. Tenemos un gran plantel y vamos a dejar la vida por la camiseta.

Fuente: Olé

Compartir en redes
Facebook
Twitter
WhatsApp
Email