Un complejo operativo permitió parar nuevamente la cruz, ubicada sobre Boulevard San Lorenzo, en el ingreso oeste de Concordia.
La cruz, construida en hierro, había caído en medio de una tormenta, sin que hubiera que lamentar víctimas. La enorme estructura se había apoyado sobre un árbol, sin afectar al templo de Nuestra Señora del Valle.
Por iniciativa del párroco, el presbítero Néstor Toler, se buscó primero asesoramiento especializado para asegurar la estabilidad futura de la cruz. También fue necesario reunir fondos, que fueron aportados por la comunidad, para que fuera posible encarar la obra de recuperación, que tuvo su principal capítulo este sábado por la mañana, cuando la cruz volvió a lucir erguida.