La leche materna es el alimento más importante que puede recibir el recién nacido.
Tiene varias ventajas, es la más segura e higiénica ya que el bebé la toma directamente de su mamá, sin envases ni intermediarios; contiene los nutrientes necesarios para ésta época del desarrollo; protege al recién nacido con anticuerpos de la madre y que el niño al ser tan pequeño aún no forma; además está disponible a toda hora y en cualquier lugar.
Dado que la leche materna le brinda todos los elementos que necesita para su crecimiento y desarrollo saludables, debe ser el único alimento que reciba el bebé durante los primeros 6 meses de vida. Así haga calor, se lo debe hidratar con leche materna. No se debe alimentar al niño/a con jugos, agua, té ni ningún otro líquido. Ya que de esa manera se deshidrata, aunque parezca al contrario.
En tiempos modernos hay mucha tecnología que puede distraer a la mamá en el momento de la lactancia. Procuremos que esto no suceda, ya que es muy importante mirar al bebé a los ojos en el momento de la lactancia. A través de la mirada se intercambia afecto.Por lo tanto para amamantar, la mamá debe estar motivada y en un ambiente tranquilo; y el bebé, sostenido, mirado y seguro.