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Una elección entre candidatos «que son la antítesis»

Desde Valparaíso

Chile está ante un momento político bisagra. Las presidenciales enfrentan a Gabriel Boric y José Antonio Kast, “dos candidatos que son la antítesis”, explica Rodrigo Mundaca, electo gobernador de Valparaíso en mayo. Es la primera vez en doscientos años en que las autoridades de la regiones chilenas son electas y no nombradas por el ejecutivo, uno de los logros del movimiento de protesta en el país. Mundaca, líder social enmarcado en el Frente Amplio, ve como muchos que el país que se abra con una victoria de Boric o de Kast será totalmente diferente, en un contexto donde está en marcha la redacción de nueva Constitución, proceso al cual Kast se opuso.

“El programa de Kast habla de la construcción de zanjas para evitar la inmigración, habla de la persecución de los radicales de izquierda, intenta sabotear el proceso de descentralización, no habla de mayores competencias para los gobernadores electos democráticamente, es un candidato que ha planteado terminar con el ministerio de la mujer, que habla que el Estado debería entregarle subsidios a los matrimonios bienvanidos con dos hijos, soslayando el rol de las mujeres jefas de hogar, temporeras, cuidadoras, es un programa que encarna la continuidad del modelo de despojo en nuestros territorios, y por tanto es una disputa que tiene un componente ideológico inequívoco”.

El candidato del Partido Republicano, que Mundaca califica de “ultraderecha, neofascista”, ganó la primera vuelta con 27.9 por ciento de los votos. Ese resultado puede explicarse por varias razones. “Kast en su campaña ha hecho una apología del orden, de la disciplina, se ha caracterizado fundamentalmente por señalar que va a dar certezas de orden, disciplina, de reactivación económica, desde una conducta absolutamente autoritaria, es un discurso que ha calado en vastos sectores de capas medias, en los sectores acomodados sin dudas”.

Ese discurso encontró particular eco por dos razones. En primer lugar, por ocurrir en el contexto de “la revuelta popular más importante de las últimas décadas en Chile” que comenzó el 18 de octubre del 2019 y se prolongó durante meses. “Es curioso que, habiendo ocurrido la revuelta, después haya habido este período de reflujo del movimiento de masas que sitúa a un candidato de la ultraderecha como una de las opciones presidenciales. Es en ese escenario donde cala muy hondo el discurso del orden, de la disciplina”.

En segundo lugar, Mundaca atribuye parte de las causas al “escenario pandémico”, que provocó “una destrucción del comportamiento gregario, comunitario, porque nos vamos a nuestros domicilios, encuarentenados, encerrados por tiempos muy largos, y eso lo que hace es fortalecer el individualismo y el no colectivismo, profundiza lo individual, el sálvese quien pueda, y en ese segmento cala muy fuerte el discurso del orden, de la disciplina, de la reactivación económica, y creo que ahí Kast ha tenido su principal nicho”.

Boric

“Gabriel viene del movimiento estudiantil, se instala en el Parlamento, es militante de un partido del Frente Amplio, juega un rol inequívoco el 15 de noviembre del 2019, un rol muy importante ese día cuando junto a un grupo de otros parlamentarios convocan al Acuerdo por la Paz, y en ese espacio es fraguada la necesidad de formular una nueva Constitución, muy criticada porque ese diseño no contemplaba paridad de género, plurinacionalidad, y producto del mismo avance de las masas, del movimiento social, se logra instalar la plurinacionalidad y la paridad de género”, explica Mundaca que, además de gobernador, es dirigente del Movimiento de Defensa del Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medio Ambiente.

Ese rol de Boric el 15 de noviembre “tuvo muchísimas resistencias, sin dudas, fue varias veces funado -escrachado- en las calles por eso”, afirma. Por esa razón “no ha sido fácil apoyarlo desde el movimiento social, no obstante, cuando quedan en primera posición tanto Kast como Gabriel en esta segunda vuelta ha habido muy poco espacio para buscar una alternativa diferente, hay dos candidatos, creo que la elección hoy día es una elección absolutamente polarizada con dos programas de gobiernos que están en las antípodas”.

“Gabriel encarna una candidatura cuyo programa es de la recuperación de nuestros derechos, la condonación de los créditos con aval del Estado, del endeudamiento de los estudiantes que estudiaron en la educación superior, habla de reconocer la deuda histórica con los profesores, habla de terminar con este sistema oprobioso de la administración de los fondos de pensiones, habla de ser un presidente que al concluir su mandato debería terminar con menos poder que con el poder inicialmente constituido al momento de asumir”.

“Es un programa de reformas que puede profundizarse, con la participación no solamente de los partidos del pacto Apruebo Dignidad -encabezado por el Frente Amplio y el Partido Comunista- sino también con el conjunto del movimiento social que, creo, tiene que jugar un rol protagónico en un gobierno liderado por Boric”.

El apoyo a Boric creció en las últimas semanas por parte de numerosos movimientos, actores políticos, sociales, protagonistas del estallido, que, ante la amenaza de Kast, decidieron sumarse activamente a la campaña, lo que se vio reflejado en un conjunto de iniciativas de redes sociales, callejeras, actos junto al candidato progresista en diferentes partes del país, hasta el cierre de campaña el jueves en Santiago. Ese aporte podría ampliar la participación en la contienda, algo que Mundaca lee como determinante para una posible victoria.

“Votó el 47.3% del padrón en la primera vuelta y eso transformó a Kast en primera mayoría con 27.9% y a Gabriel dos puntos abajo, creo que hay un segmento electoral entre los 20 y 30 años que simple y llanamente no participó, y creo que ese segmento puede inclinar la balanza. Si se da una participación sobre el 55% es altamente probable que Boric resulte victorioso, si el padrón se mantiene, ese patrón conservador cerca del 47%, las cosas se dificultan. Es muy importante calar en esa población entre los 20 y los 30 años, con el mensaje de la esperanza, la recuperación de nuestros derechos, el tema de comprender de que lo que está en juego son derechos y la profundización de la democracia”.

Fuente: Página 12

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