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Una oposición fracturada puso fin al experimento «presidencial» de Juan Guaidó en Venezuela

La oposición puso fin al simbólico gobierno autoproclamado de Juan Guaidó en Venezuela después de cuatro años, abriendo una nueva etapa política con las elecciones presidenciales de 2024 a la vista. La decisión fue tomada por los miembros del viejo Parlamento electo en 2015, que tildaron de fraudulento el triunfo del chavismo gobernante en las elecciones parlamentarias de 2020. El fin del «interinato» de Guaidó a partir del próximo cinco de enero se aprobó por 72 votos a favor y 29 en contra, con ocho abstenciones, en una sesión virtual que el líder opositor tilda de «inconstitucional».

«No puede haber un autovacío de poder»

«Esa decisión política que toma la bancada, que hoy conforma la mayoría que como demócrata respeto, debo decir que es inconstitucional porque no se puede suprimir el (artículo) 233. No puede haber un autovacío de poder», dijo Guaidó durante una entrevista con RTVE de España. Guaidó reclamó para sí el poder, alegando la ilegitimidad de Nicolás Maduro como mandatario. Y terminó reinterpretando la Constitución a su manera para extender la presidencia interina por cuatro años, cuando el artículo que sustentó su autoproclamación le daba 30 días para convocar a elecciones.

«La dictadura es la única celebrando este debate de la Asamblea Nacional y la decisión de una mayoría parlamentaria de eliminar una herramienta constitucional como la presidencia encargada», comentó Guaidó en su cuenta de Twitter. Lo cierto es que 72 exdiputados que respaldaron su autoproclamación en 2019 como presidente encargado de Venezuela, aprobaron el viernes pasado la eliminación del llamado «gobierno interino», una instancia que contaba con el reconocimiento de Estados Unidos y un pequeño grupo de países.

Los exparlamentarios, reunidos de manera virtual, ratificaron esta decisión que ya habían aprobado en una discusión en la semana previa, pese al rechazo de un pequeño grupo que defendía la continuidad del interinato. A su vez acordaron mantener activa la Asamblea Nacional elegida en 2015, que no reconoce la legitimidad del Legislativo instalado en 2021, de contundente mayoría oficialista, únicamente para legislar en torno a la protección de los recursos de Venezuela en el extranjero.

El planteo de Guaidó, que era preservar el interinato, fue respaldado por apenas 23 exdiputados que calificaron la eliminación de esta figura como un «magnicidio jurídico». Ocho opositores, algunos independientes y otros de los partidos Encuentro Ciudadano y Proyecto Venezuela, se abstuvieron en la votación al cuestionar la legalidad constitucional de la propuesta presentada por las formaciones Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo.

«Gobierno interino de Narnia»

Guaidó, que se proclamó presidente encargado en una plaza pública el cinco de enero de 2019 con el apoyo de Washington, ganó el control de activos venezolanos bloqueados en el extranjero por las sanciones contra Maduro. Sin embargo, nunca pudo asumir el poder real, pese a un amplio apoyo internacional que fue disminuyendo con el paso del tiempo.

El presidente Maduro suele ironizar en torno a Guaidó al hablar de «gobierno interino de Narnia». En el mismo sentido el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Freddy Ñáñez, tuiteó: «Que en paz descanse nadie: el que nunca fue y no siendo nada deja de merecer hoy incluso la burla nadaísta».

El autobautizado gobierno interino se terminó de desmoronar con la votación del viernes pasado, pero se mantiene el Parlamento de 2015 que nombrará una comisión dedicada al tema de los activos venezolanos congelados en el exterior y que mantendrá directivas paralelas de la estatal petrolera PDVSA y el Banco Central para sostener procesos judiciales en cortes extranjeras.

Los aliados que mantienen el apoyo a Guaidó creen que la propuesta aprobada es un error. «No puedo entender cómo estamos cometiendo este suicidio», fustigó el exdiputado Freddy Guevara en la sesión virtual. «No entiendo cómo llegamos a este punto, el primer suicidio político de claudicación formal transmitido en vivo por Internet», disparó Guevara.

La situación profundiza las fracturas de la oposición, que busca ir a primarias el año próximo para elegir a un candidato único y competitivo para enfrentar a Maduro en las elecciones de 2024. «Sigo aquí y firme», dijo en las últimas horas Guaidó, blanco de numerosas investigaciones judiciales y quien aún suena como candidato presidencial.

Sin respaldo externo

El apoyo internacional a Guaidó, sin embargo, se ha diluido en estos cuatro años. Washington, su principal aliado, no reaccionó a la eliminación del interinato, pero ya antes había enviado a Caracas delegados para reunirse con Maduro pese a las repetidas sanciones. El contexto ha cambiado con la crisis energética creada por el conflicto militar entre Rusia y Ucrania. El crudo venezolano, blanco de un embargo desde 2019, se volvió un botín más atractivo para los países occidentales

Mientras Maduro ganaba terreno, Guaidó perdía la confianza de sus seguidores a medida que aumentaban las denuncias por corrupción a funcionarios designados por el líder opositor para «proteger» los activos venezolanos en el extranjero, donde terminaron siendo señalados por su vida lujosa y el manejo irregular de fondos públicos. Colombia y Estados Unidos, que brindaron todo el apoyo al experimento de Guaidó, registraron los mayores escándalos de malversación de recursos dentro de empresas venezolanas que estaban bajo la gestión del «presidente encargado».



Fuente: Página 12

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