Desde 2013, por una resolución de la ONU, cada 30 de julio el mundo entero se une para condenar la trata de personas. Millones de personas, principalmente niños y mujeres, son víctimas de traficantes humanos y privadas de su libertad.
De acuerdo con la información del Gobierno argentino, entre abril de 2008 y el 31 de agosto de 2019, inclusive. Se han rescatado y/o asistido un total de 14.505 víctimas.
Casos resonantes como los de las jóvenes “Marita” Verón en Tucumán, Fernanda Aguirre en Entre Ríos, María Cash en Salta o la niña Sofía Herrera en Tierra del Fuego, siguen latentes como grandes incógnitas y la expectativa de conocer su paradero.
La adolescente Fernanda Aguirre, de 13 años, fue secuestrada el 25 de julio de 2004 cuando caminaba hacia su casa desde el puesto de venta de flores que la familia tiene frente al cementerio de San Benito, a 10 kilómetros de Paraná.
Un caso paradigmático es el de la diseñadora porteña María Cash, quien había salido de Retiro con destino a Jujuy, y fue vista por última vez en Salta, el 8 de julio del 2011 cuando fue captada por las cámaras de seguridad de la empresa concesionaria de la autopista. Hasta hoy no existen rastros de la mujer.
Sofía Yasmín Herrera, de tres años, desapareció en Tierra del Fuego el 28 de septiembre de 2008. Fue vista por última vez en el camping John Goodall, a 59 kilómetros de la ciudad de Río Grande, al que había ido con su familia. Allí, la niña se separó por unos instantes de sus padres y desde entonces nadie volvió a verla y los investigadores siguieron varias líneas, como el supuesto secuestro para llevarla a Chile u otra provincia.
El caso de Florencia Pennachi, una neuquina de 25 años que estudiaba en Buenos Aires, se conoció el 16 de marzo de 2005 cuando salió de su departamento, en Barrio Norte, a despedir a unas amigas y nunca más se supo de ella.
En Mendoza, Gisela Gutiérrez, 24, desapareció la noche del 19 de julio del 2015 cuando fue a visitar a su hermana en el barrio La Favorita. La joven había denunciado que días antes fue raptada y violada por cinco personas, entre ellos Marcos Aguilera, su ex pareja y padre de dos de sus tres hijos. La Justicia intervino, pero no hubo resoluciones.
En Santa Fe, el caso de Natalia Acosta, de 25 años, sigue bajo investigación desde que fue vista por última vez en la madrugada del 29 de mayo de 2009 en la esquina de Suipacha y 25 de Mayo, del centro de la ciudad. La causa fue caratulada en primer término como “averiguación de paradero”, y en 2016 pasó a la Justicia Federal al ser considerada como “trata de personas”.